Nuestro
país no ha sido ajeno al famoso cambio climático, las estaciones parecen
haberse vuelto tan locas que hemos llegado a tener temperaturas de pleno verano
en agosto y vivimos un setiembre, víspera de la primera con tormentas temporales
e inundaciones en todo el país.
Cada
vez las situación va empeorando más, cuando el sol sale con fuerza se hace muy
complicado quedar bajo el mismo sin tener algún tipo de protección, fechas emblemáticas
a nivel climático como el temporal de Santa Rosa ya han dejado de existir, las
temperaturas suben y bajan sin explicación alguna Uruguay ha llegado a tener fenómenos
climáticos que jamás antes había tenido como aquel recordado temporal en cual
los bomberos tuvieron que poner una cuerda en la plaza Independencia para que
la gente pudiera cruzar por que se volaban por la potencia de los vientos que venían
desde la rambla.
Obviamente
esto con el paso del tiempo va de mal en peor nuestro país tiene serios
problemas a nivel de inundaciones en lo que tiene que ver en el interior, hecho
que con el paso de los años no ha llegado a tener una solución definitiva y que
al país le representa un gasto bastante importante para poder apalear este tipo
de situaciones, siempre se dice que es mejor prevenir que lamentar, pero nadie
se ha hecho cargo para que esto deje de pasar.
Ni
que hablar que en un país como el Uruguay que se dedica a la agricultura, esta variación
del clima lo está afectando y mucho en primer lugar a los productores rurales y
en último lugar al consumidor final que es el que termina pagando a precios exorbitantes
las frutas y verduras de estación, en el medio de todo esto aparece el estado y
el gobierno que tiene que regular la situación de alguna manera, en el caso del
granizo caído en el enero pasado fue dándole subsidios a los productores, pero también
hay que entender que el estado no puede pasar dando dinero extra por que
realmente no lo tiene. También tenemos que saber que lo climático es una situación
ajena a cualquiera de nosotros y que jamás lo vamos a poder dominar, no
obstante tenemos que empezar a saber que el clima cada día se está volviendo más
impredecible para todos.
Gabriel Cortazzo
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