Una
de las grandes pérdidas que ha tenido nuestro país tras las rachas de mal
tiempo mas allá de las inundaciones y los daños materiales ha sido la muerte de
una cantidad de ovejas esquiladas en los departamentos de Salto y Paysandú.
En
el portal de noticias “Causa Abierta” se publico la siguiente noticia: Más de un millar de ovinos murieron en las
últimas horas en los departamentos de Salto, Paysandú, Artigas y Tacuarembó,
producto de las fuertes lluvias y viento, además de las bajas temperaturas.
En un
establecimiento salteño de la zona de Sopas (Ruta 31) se llegaron a
contabilizar 1500 ovinos muertos.
En una estancia de
Queguay (Paysandú), registraron 500 animales muertos; 320 más en la misma zona
y otros 400 en Paso de Cementerio.
Entre las razones
esgrimidas se indica que gran parte de los ovinos estaban esquilados y no lo
“suficientemente protegidos” como para soportar las bajas temperaturas de los
últimos días, producidas por el temporal que azota a gran parte del país desde
el fin de semana.
Los productores
también señalaron que la condición física en muchos animales “era mala”.
Realmente
es un suceso totalmente desafortunado e increíble, surgen una serie de
cuestionamientos a partir de esto como
por ejemplo ¿Qué se va a hacer con los cadáveres de los animales?
¿Qué
va a pasar con los productores rurales que han sufrido estas perdidas?
¿Cómo
va a repercutir esto en el mercado?
Obviamente
esto va a trascender en el bolsillo de casi todos los uruguayos y va a
complicar bastante la situación de aquí a fin de año, en cuanto a las
exportaciones y al consumo de carne ovina en nuestro país. Esperemos que a
partir de esto la situación empiece a repuntar un poco para todos que de alguna
forma u otra nos vimos golpeados por los fenómenos climáticos.
Gabriel Cortazzo
Muy buen articulo!
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