La
función fundamental por la que fue creada este blog es la de la comunicación a través
de un medio en el cual todos podamos formar parte desde el acierto o el error
de una opinión o simplemente intentando aportar nuestro granito de arena para
poder lograr una sociedad que en algún punto pueda llegar a estar más unida.
Hace
unos días atrás nos llegó un comentario acerca de un caso policial bastante
incierto que quedo en el olvido de la agenda noticiosa como pasa con el 99% de
las cosas en los medios de este país. Como buenos “pichones” de periodistas nos
preocupamos en averiguar de qué se
trataba todo esto.
Ahí
nos enteramos del caso de Nicolás Rodríguez un trabajador como cualquier otro
el cual prestaba sus servicios para una distribuidora de refrescos en la zona
de Malvin Norte en Montevideo, al llegar una mañana de enero del 2012 a su
trabajo se encontró con todo cerrado, intento llamar a los habitantes de la
finca pudo notar que nadie respondía a su llamado y como es natural se alertó
de tal manera que llamo a la policía para ver si lo podían auxiliar de alguna
manera.
Cuando
llego la policía se vio en la misma situación que Nicolás optando estos por
llamar a los bomberos, una vez llegados estos tuvieron que decidir romper la
puerta de la entrada para poder acceder a la finca. Sorprendentemente al verse
dentro de la casa la escena vista por todos fue dantesca. El vocero de la Jefatura de Policía de
Montevideo, José Luis Rondán, dijo a radio Carve que dentro de la casa se debe haber vivido un "infierno" ya que
"para tener ese resultado, el crimen no se debe haber hecho con mucha
tranquilidad".
Los
cuerpos de los habitantes de la caza fueron encontrados con sus cráneos destrozados,
encontrando mucha sangre por todos lados y por supuesto para haber llegado a
esto se tuvieron que valer de muchísima violencia. El cuerpo del chico de 17 años fue encontrado en el baño. El padre,
de 66 años, y la madre, de 65 años, fueron encontrados en un depósito al fondo
de la vivienda. Rondán dijo que la madre estaba junto a una pila de fundas de
bebidas.
La
situación es la siguiente: al verse ante un hecho tan aberrante y que la única persona
cercana que podía haber llegado a tener relacionamiento era Nicolás fue citado
a declarar en reiteradas ocasiones perdiendo muchísimo tiempo en la comisaria
para repetir constantemente lo que había sucedido que desde su versión de los
hechos en ningún momento tuvo ni un destello de declarase culpable de lo
sucedido, lo cierto es que después de ir a declarar una y otra vez terminaron optando
por dejarlo detenido sin tener las pruebas suficientes para culparlo de un
suceso tan aberrante, pero tampoco hay otra persona que se pueda asemejar a un
culpable por lo tanto en estos momentos Nicolás Rodríguez está cumpliendo una
condena que probablemente no le corresponda cumplir, ya que es mucho más fácil culpar
a una persona archivar el caso y a otra cosa que seguir investigando minuciosamente
hasta llegar a la verdad o por lo menos a una aproximación más certera a ella.
Más
adelante seguiremos contándoles más alternativas de este caso que ha conmovido
al barrio de Punta de Rieles que es donde vivía Nicolás hasta hace un tiempo.
Gabriel Cortazzo