UN URUGUAY DE PRIMER MUNDO QUE NO TODOS CONOCEN
El
predio donde está ubicado el Hospital Pereira Rosell, sin dudas es como una
mini ciudad dentro de Montevideo, los ciudadanos, que habitualmente no solemos
concurrir o utilizar sus instalaciones no tenemos ni idea de todos los
servicios que allí se brindan, desde los ya más conocidos por todos por ser un
centro de salud que se encarga del cuidado de los más jóvenes, hasta el
funcionamiento del Hospital de la mujer o la fundación Pérez Scremini, esta última
está directamente abocada a combatir el Cáncer en niños y adolescentes, si bien
la edad de atención limite se encontraba en quince años, en la actualidad se
viene trabajando para poder extender este servicio hasta los dieciocho.
La organización nació del desprendimiento de la Peluffo Gigens, tras ciertas problemáticas a nivel interno, que produjeron el descontento de la mayoría de los integrantes del equipo médico con la actual administración, por lo que se decidió volver a empezar y se creó la actual Pérez Scremini, en la actualidad ambas fundaciones son vecinas por encontrarse ubicadas en predios linderos, pero están enfocadas en actividades diferentes.
Los ingresos totales obtenidos por esta institución se reparten entre donaciones de la población que se efectúan a través de diferentes actividades que se realizan a lo largo del año y casi un 50% proviene de ASSE, apoyando los trabajos referentes a la cura y prevención del cáncer infantil y en adolescentes en nuestro país, este último es un dato no menor ya que a pesar del cambio de dirección a nivel país en lo referente a diferentes partidos políticos, el apoyo no dejo de existir ni de cambiar en lo concerniente al porcentaje donado, lo que habla de un claro involucramiento por parte de las autoridades de la salud con esta causa independientemente de las banderas que defiendan a nivel ideológico.
Las instalaciones y el personal de la fundación buscan brindar la mayor calidad posible en el trato de los pacientes a nivel humano que es un factor primordial en situaciones de este tipo, así como también contar con todos los requisitos y estándares de calidad de primer mundo en lo referente al trabajo en la cura del cáncer infantil, teniendo en cuenta desde la calidad del aire que se respira ahí adentro, buscando evitar que quienes están siendo tratados, puedan ser contagiados de cualquier otro virus al encontrarse con las defensas bajas durante el tratamiento, hasta contar con maquinaria y tecnología de primer nivel, que ayuda y mucho en la erradicación de esta enfermedad en los más chicos, transformándose con esto en un centro de referencia a nivel nacional en el tema, asistiendo inclusive a mutualistas y hospitales de todo el país.
Un párrafo aparte merece la comodidad para los familiares, que deben de pasar su estadía junto a ellos dentro del centro, desde habitaciones muy confortables que cuentan con todo lo necesario para poder estar a gusto a zonas comunes en donde aquellas personas que no están siendo tratadas pueden tener instantes de dispersión que recargan las pilas en momentos donde la vida se pone cuesta arriba.
Es muy difícil que aquel que no vivió una situación relacionada a este tema pueda darse cuenta de la importancia que tiene cada detalle de los que atiende la Fundación Perez Scremini para tratar a niños y adolescentes con cáncer, pero más allá de eso, tienen que saber que Uruguay al menos en algo hoy en día se le acerca al primer mundo y que su funcionamiento no depende solo del Estado, sino que está en todos nosotros, la posibilidad de poder mantener y mejorar más aun un proyecto de este tipo.