Cada Gobierno trae
consigo una idea muy identificatoria de
como relacionarse con el mercado, el Uruguay de estos años atravesara la forma
liberal del manejo de la economía, hecho que traerá beneficios para algunos,
pero que indefectiblemente perjudicara a otros tantos.
El
capitalismo a nivel mundial sin dudas interfiere y hasta en muchos casos marca
la agenda de las economías individuales y de los países de poca población o dependientes
como es el caso de Uruguay, otro hecho que también está muy presente y puede
cambiar el rumbo de la población son las crisis de tipo económico o sanitarias
como como la que atraviesa todo el mundo durante este 2020.
Este
tipo de hechos genera la conformidad o no de los habitantes de un país,
pudiendo tener la opción de cambiar la dirección en lo referente al mandato del
presidente, obviamente un cambio de este tipo puede inferir directamente en el
rumbo económico que puede llegar a tener la gente y por lo tanto en el poder de
consumo, dependiendo de la manera en que el gobierno de turno se mueva.
El
mercado es quien marca la agenda y muchas veces las democracias son quienes se
terminan adaptando de acuerdo a su conveniencia, basta con recordar el ejemplo
de Cuba y la cantidad de años que tuvo de condena mundial por estar fuera del
mundo capitalista, desde no hace mucho se abrió al mundo y el consumo masivo.
Los
Gobiernos y las economías van de la mano y muchas veces los éxitos de un Gobierno
radican, en cuanto se entreguen a las leyes del mercado, para formar parte del
sistema y no verlo por fuera quedando marginados y por lo tanto sin poder de
consumo.