Los cambios
culturales y tecnológicos que se vienen dando año tras año, empiezan a forjar
la necesidad de las nuevas generaciones de obtenerlo todo ya, aquello que antes
se conseguía con esfuerzo y perseverancia hoy tiene que ser de carácter
urgente.
Casi
que desde siempre a más de uno nos inculcaron que el camino para obtener
aquellas cosas importantes en la vida era el de la perseverancia y el
sacrificio, el hecho de comprometerse con lo que uno quería conseguir era lo
que hacía marcar la diferencia con el resto, sin dudas que los tiempos han
cambiado y la era de la inmediatez le gano a esta forma de vivir.
Las
nuevas formas de estar cada vez más comunicados y de poder saberlo todo al
instante, han cambiado los tiempos en lo referente a las necesidades por
obtener las cosas, el esperar años para llegar a algo parece ser una especie de
tortura o simplemente genera desanimo en las nuevas generaciones.
Si
todo lo que queremos conocer o todo lo que está pasando en cualquier parte del
mundo lo podemos saber ya, es casi imposible lograr tener paciencia para para
poder esperar por algo, en muchos casos ese es el motivo de deserción del
sistema educativo o de otras actividades que llevan años y mucha paciencia para
poder llegar al final, en la vida de los jóvenes de hoy cuatro o cinco años
quizás sea igual a una eternidad.
Lamentablemente
para ellos hay cosas que por más que pasen los años no van a cambiar y una de
ellas es el hecho de poder cumplir metas y lograr mejoras en la vida que
solamente se puede hacer a través del tiempo del esfuerzo y de la constancia,
al momento no se han inventado otras recetas para este tipo de hechos. Quizás
todas las generaciones tengan cosas buenas y destacables, pero aún hay cosas
que se pueden rescatar de las de antes como la paciencia o el compromiso con lo
que se quiere y aplicarlas en las de ahora.
Cada año que pasa
podemos notar las diferencias que van surgiendo a nivel climático,
la casi desaparición de estaciones con temperaturas medias y el pronóstico de
nieve en Uruguay son sin duda, de los factores más relevantes e influyentes en
muchos sentidos en la vida cotidiana de todos.
Desde
enfermedades debido al constante sube y baja de temperaturas, hasta la
complicación en cuanto a las cosechas de las diferentes plantaciones de cada
estación, van las problemáticas que estamos padeciendo cada vez más. Ni nuestro
organismo, ni ningún ser vivo puede asimilar pasar en una misma semana de
temperaturas bajo cero a un clima primaveral que lleva a que cambiemos
rápidamente hábitos en la vestimenta, alimentación etc.
En
el entendido que nosotros sufrimos la adaptación a los cambios repentinos del
clima, más aun lo sufren las diferentes plantaciones, que se deben de acoplar a
la realidad climática para intentar sobrevivir, hecho que produce que muchas de
estas queden en el camino y bajen los niveles de las diferentes cosechas,
afectando con esto el abastecimientos de los mercados y a consecuencia se
produzca una inevitable suba de precios de diferentes frutas y verduras de
estación que termina generando la complicación en el bolsillo de muchos para
poder consumirlas.
Esta
situación no tiene otra explicación más que el mal accionar del hombre durante
todos estos años afectando la naturaleza, con acciones que han enriquecido de
sobre manera a unos pocos y que hoy todos padecemos las consecuencias, sin
dudas que con el paso del tiempo esto va tender a empeorar, si bien aún estamos
a tiempo de tomar acciones claras para al menos intentar mantener lo que
tenemos, sabemos que el de la destrucción de los diferentes ecosistemas es un
precio que van a pagar muy caro las generaciones que vienen.
Es el baterista de una de las
bandas de Rock más importantes de Uruguay como lo es Trotsky Vengaran, ha
sabido incursionar también en el rubro
como la comunicación formando parte del programa radial “De Arriba un Rayo” en
la actualidad buscan adaptar el formato Trotsky a la nueva realidad que nos
toca vivir, en esta oportunidad paso Guillermo “cuico” Perazzopor Periodismo en tus Manos.
¿Cómo te integraste al proyecto
Trotsky Vengaran?
A través de Nacho Guasch, un amigo del liceo, que en ese momento era el otro
guitarrista Trotsky junto con Hugo… Él conocía a Guillermo y había entrado
hacia poquitos meses y cuando resolvieron cambiar a Lucas De Azevedo (que
posteriormente terminó siendo batero de La vela) Nacho me llama para invitarme
a tocar.
Mi primer contacto con ellos fue sin previo ensayo, un toque en una fiesta
privada… fui a la prueba de sonido, repasamos los principio y finales de lo que
ibamos a tocar y por suerte todo salió bien…
¿Cuál crees que ha sido la receta
para mantenerse tanto tiempo juntos?
Creo que hay muchos factores… No esperar el éxito inmediato, ser fieles a lo
que nos gusta, nunca bajar los brazos cuando las cosas no andaban bien. Esto
creo que fue clave, porque durante muchos años, los primeros 10 prácticamente,
fuimos una banda under, donde llevar 100 personas a un boliche era motivo de
festejo.
Adaptarnos siempre a lo que había arriba de un escenario, sin pretensiones
altaneras o fuera de lugar… pero también haciéndonos valer y respetar y
teniendo estos objetivos claros entre nosotros.
Esto terminó después de tantos años convirtiéndonos en grandes amigos y
juntarnos no necesariamente es para hacer música… tiraralgo en la parrilla, destapando una cerveza o
simplemente contarnos nuestros problemas para desahogarnos pasó a ser una
“rutina” típica de un grupo de amigos.
¿Cómo vivieron como banda la
situación de la pandemia?
Con preocupación al principio, fundamentalmente porque llevó a tener que
reprogramar el show más importante de nuestra carrera del 16 de Mayo en el
Antel Arena…
De hecho nuestro último show fue en Enero, nunca antes habíamos estado tanto
tiempo sin tocar.
A medida que fueron pasando los días la situación se hizo más compleja… nos
dimos cuenta que para volver a hacer un show de las características de TROTSKY
iba a pasar mucho tiempo.
Esto nos hizo reformular nuestro show y nuestras canciones. En ese proceso
estamosadaptándonos a un formato
novedoso para nosotros y seguramente para el público también.
Por suerte se pudo re-agendar nuestro show del Antel Arena, para el 13 de Marzo
del 2021… justo cuando se cumple 1 año de los 1ros casos de coronavirus en
Uruguay.
¿Cómo crees que quedo posicionado
hoy en día el rock nacional después de haber vivido una época de auge a
principios del 2000?
Esa época fue fundamental para posicionar al rock uruguayo como algo estable,
consolidado en la cultura uruguaya, con sustento y sobretodo con fundamentos. De todas maneras estos altibajos existieron siempre, lo importante es saber
sobrellevar la situación y estar preparado cuando vienen las vacas flacas...
¿Cómo viviste el hecho de formar
parte de un programa radial diario?
Como uno de esas situaciones imprevistas que te tiene preparada la vida… No fue
algo que tenía pensado hacer y ni se me pasaba por la cabeza tener un programa
de radio. Se dio la oportunidad y debe de haber sido de las cosas más
arriesgadas que hice en mi vida.
Fue un desafío muy grande pero estábamos convencidos que teníamos todo para
ganar y muy poquito para perder.
Rápidamente le fuimos agarrando el gustito y como muchas otras profesiones
fuimos aprendiendo sobre la marcha y seguimos aprendiendo…
Me encanta, me divierte y me hizo conocer un rubro que desconocía y que puede
llegar a ser apasionante.
¿Crees que el mismo tenga cabida
en otra emisora?
Creo que De Arriba Un Rayo puede perfectamente estar en cualquier emisora en el
horario que sea.
¿Cómo es el proceso de trabajo en
Trotsky Vengaran para llegar a presentar un tema terminado?
Casi el 100% de las veces empieza a partir de una idea simple, que puede ser un
fragmento de una melodía que uno tiene en la cabeza y la comparte tarareándola…
o puede ser un riff en la guitarra… puede ser una progresión de acordes… una
referencia musical “quiero hacer un tema tipo este tema”
A partir de ahí se trabaja con guitarras acústicas… después pasamos a
enchufarnos y que suene fuerte. Se prueban muchas cosas, se desarman y se
vuelven a armar las canciones hasta que creemos que tiene una coherencia y nos
gusta lo que escuchamos.
Después viene la letra, que a veces lleva a rearmar el tema… dependiendo si
necesita más estrofa para desarrollar la idea o se modifica estribillo…
Después es tocar y volver a tocar hasta que suene compacta… hasta que suene a
TROTSKY.
¿Cómo se está llevando la banda
con tocar en el exterior? ¿Es algo que se da puntualmente o están con la idea
de hacer giras?
Hace muchos años intentamos que la banda pudiera trascender fronteras y probar
suerte en otros mercados… fundamentalmente en Argentina. Todos esos años de
trabajo de hormiga fueron muy duros, mucho gasto de dinero, muchas horas arriba
de ómnibus y buques, durmiendo en cuartuchos de hoteles de mala muerte… mucho
sacrificio que cuando sos joven, lo haces…
Hoy por suerte nos tomamos las cosas con otra perspectiva. Creo que ese trabajo
de hormiga sirvió, nos solo en Argentina, sino también en México y sobretodo en
Colombia…
Las visitas a estos países son esporádicas pero intentamos que sean 1 vez al
año y en lo posible todos los años… Las pensamos como mini giras, intentando de
aprovechar el tiempo y organizando la mayor cantidad de shows posibles para la
cantidad de día que vamos…
Siguen siendo viajes sacrificados, pero los disfrutamos y ahora las condiciones
las tenemos clarísimas: Un buen hotel, no perder plata!!!
¿Cuál es el público de Trotsky Vengaran?
Me gusta pensar
que Trotsky es apta para todo público… creo que es una banda todo público…
puede no gustarte, pero si la ves en vivo, ¡no te vas a olvidar de lo que
viste!
Tenemos un público muy fiel que trasciende generaciones. Es muy gratificante
ver niños arriba de los hombros de sus padres… o ver como a lo largo del tiempo
el público continuamente se renueva… pero que también somos revisitados por
viejos fans que ahora con casi la edad nuestra nos vuelven a ver, con sus
hijos, tranquilos desde el fondo y disfrutando desde otro lado.
¿Cuáles son los proyectos
actuales de la banda y que es lo que se viene a futuro?
Actualmente estamos adaptándonos a lo que los protocolos nos van a ir
permitiendo para poder salir a tocar. Pero también aprovechando para empezar a
componer y quizás lleguemos a fin de año con canciones como para poder grabar
disco nuevo.
Estamos preparando una serie de shows electro/acústicos, y agendando varias
fechas de aquí a fin de año.
Día a día tomamos
como un hecho totalmente normal y hasta natural, el de encontrar gente
durmiendo y viviendo en la calle, hundidos en la más profunda indigencia o
personas que buscan alimentarse de desechos de una sociedad que cada vez les da
más la espalda.
En
tiempos de redes sociales y reclamos constantes debido a la vulneración de
derechos por parte de minorías, que buscan hacerse escuchar, existe cada vez más
una porción de la población que parece ser invisible ante los ojos del resto,
la pobreza y en muchos casos la indigencia, es una situación que al parecer es
una realidad cada vez más habitual en muchos uruguayos.
Lo
que llama poderosamente la atención, es como por situaciones más banales nos
indignamos y ocupan muchas horas de debate en los diferentes medios de
comunicación, pero ante la pobreza y la falta de recursos para que las personas
puedan llevar una vida digna, simplemente elegimos la opción de entenderlo como
algo que tiene que existir y en ese entendimiento se generan dos posturas, la
primera seria apiadarse y sentir pena de las circunstancias por las que pasan
personas que tienen los mismos derechos que nosotros y no pueden acceder a lo
más básico para dignificar sus vidas y la segunda opción es simplemente mostrar
indiferencia y hacer como si nada pasara.
Jamás
nos detuvimos a analizar que en esa forma de vivir llena de precariedades y con
la falta de condiciones básicas para poder desarrollar una vida a la que
podamos definir como normal, entendiendo esto como el simple hecho de tener las
necesidades básicas cubiertas, se están formando las futuras generaciones de
nuestro país, un Uruguay que cada día carece más de mano de obra capacitada
para poder llevar adelante funciones que puedan generar cambios reales a nivel
económico y social y que muchas veces la termina buscando en gente que llega de
afuera.