La mujer desde
siempre ha sido objeto de composición en diferentes géneros musicales, los que
actualmente marcan tendencia en cuanto a la audiencia que tienen quizás no la
vean de una forma tan apropiada.
El
Trap y el Reggaeton se podrían decir que son en la actualidad los géneros
musicales que más audiencia tienen en las diferentes plataformas digitales e
inclusive en cuanto al nivel de concurrencia a recitales o presentaciones de
los diferentes referentes de estos estilos.
Lo
que está muy claro también es el nivel de degradación que tienen en sus letras
hacia las mujeres, tratándolas como simples objetos sexuales, o como servidoras
de los hombres, mostrándolas desde un lugar en el que tienen que complacer al género
masculino en todo lo que este quiera.
Lo
realmente alarmante es que las propias mujeres escuchan y bailan estas
canciones siendo conscientes y cómplices a la vez, del mensaje que transmiten y
de la violencia que les genera a ellas mismas, degradándolas como personas y
sobre todo como género. El ingreso a las nuevas generaciones de estas postura
que busca marcar la prevalencia de un sexo sobre otro, sin dudas no ayuda en lo
más mínimo a la creación de futuras sociedades con más igualdad y en las que se
traten de eliminar las facilidades para el acceso a casi todo, lo que hoy en día
tienen los hombres sobre las mujeres.
La
música quizás sea de las herramientas más poderosas a nivel comunicacional que
existe hoy en día y la influencia sobre los más jóvenes es muy grande, por eso
el discurso que se transmite debe ser muy cuidado.
A
pesar de este panorama adverso, existen una gran cantidad de mujeres que
intentan dar una lucha a nivel social, buscando equilibrar la balanza que por
muchos años ha estado inclinada hacia el lado de los hombres.
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