Si bien la violencia desde hace un tiempo forma parte de la
vida cotidiana de los uruguayos, llama realmente la atención, todos los suceso
que vienen ocurriendo en lo que va del 2017 (menos de dos meses por cierto) el
tema violencia de genero realmente no tiene una explicación coherente, cada
muerte es más aberrante que la otra y con ribetes a veces de ficción, generando
hechos a los que la gente común y corriente jamás, se podría imaginar que
pueden ocurrir tan cerca.
La situación de los jugadores, la mutual y los derechos de
imagen ha empezado a salirse de rumbo, en una guerra sin cuarteles que han
decidido adoptar todas las partes, quizás la parte más bizarra y cómica es la
del famoso pato celeste, que intenta patotear al que se le ponga adelante, quitándole
por momentos seriedad al asunto que en definitiva tiene en vilo a los jugadores
del medio local que son los más desprotegidos.
Lo sucedido en una ruta nacional, en medio de una fuga de
varios delincuentes en un vehículo impactando contra otro auto en el que venía
una familia que poco tenía que ver, marca realmente que se han perdido el norte.
Obviamente todos los integrantes de la familia chocada perdieron sus vidas, y
casi todos los delincuentes menos uno que ya fue procesado.
Son demasiados sucesos en simultáneo que marcan un momento crítico
a nivel social por el que estamos pasando y en el cual no se ve una salida ni rápida
ni sencilla y a esta altura casi que se siente imposible solucionar de alguna
forma esto. No caben dudas que muy pocos años comenzaron con la violencia que
lo hizo el 2017.
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