Cada día que pasa nos enteramos de nuevos casos de violencia
doméstica, muchos de ellos con el peor final posible. No es un hecho menor que
con el transcurrir de los años, esta situación cada vez empeora más. Es muy difícil
saber si hace 50 años atrás se vivía algo similar ya que probablemente no
existan datos o mediciones, de cualquier manera, no hay que ser un experto para
notar que estas situaciones se dan en los hogares con ingresos medios bajos y con
escasos niveles de estudio aprobados. Este no es un dato menor para empezar a
atacar el tema.
Por más tobilleras, controles o cualquier tipo de medida que
se ha querido tomar, la situación ha seguido igual o ha empeorado, los finales
son casi siempre los mismos, pero subió el nivel de violencia y aberración de
estos. Sin dudas que no es un tema que lo pueda solucionar una persona y no se
va a lograr de un día para el otro.
Es necesario tener legislaciones claras y que se apliquen
con facilidad a cualquier caso, ya que los jueces interpretan de acuerdo a la situación
que tienen enfrente que es lo que se puede hacer y no debería ser así, si hay
violencia, se debe proteger a la persona damnificada y tomar medidas serias
contra el agresor. Por ahí estaría lo básico como para empezar de una vez por
todas a intentar combatir la violencia.
De la forma que venimos estamos a años luz de poder llegar a
sentirnos seguros en nuestras propias casas, que quizás sea el hecho más
doloroso, que en el lugar que debería ser el más seguro, es donde un gran número
de mujeres sufren los peores momentos de su vida.
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