Tras los inexplicables incidentes vividos el pasado viernes
en el barrio Marconi, toda la gente que de alguna forma u otra trabaja en esa
zona se ha replanteado si realmente vale la pena seguir concurriendo a esa zona
de Montevideo. Al momento los ómnibus no están entrando y tratan de pasar lo más lejos posible del
lugar en la cual fueron víctimas de un ataque vandálico. Las ambulancias
probablemente dejen de llegar también, la policlínica que estaba ubicada en el
barrio y fue víctima de duros ataques ha cerrado sus puertas de forma
indeterminada.
Por su parte primaria está estudiando la posibilidad de
poner dos camionetas que puedan hacer llegar a los maestros que trabajan en el
Marconi, para intentar asegurar por lo menos las clases de los niños, que
probablemente tengan muy poco que ver con toda esta situación, así como cientos
de personas trabajadoras que deben de vivir en esa zona y se han visto
afectados por todo esto.
Quizás el corte de los servicios sea lo más justo tras las
acciones de vandalismo vividas el pasado viernes ante la policía, un ómnibus de
Coect, la policlínica, una camioneta de la UTE y varias personas a las cuales
se le incendiaron sus vehículos. Es lo más
justo pero también es una forma de aislarlos de la sociedad, marginarlos más y
seguir aumentando el número de vándalos que habitan en esa zona. La solución debería
ir más por erradicar a los que cometen día a día todos estos delitos en vez
de aislar de Montevideo a un barrio
entero.
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