Montevideo
se vio azotada por un temporal que unos minutos hizo colapsar la ciudad
inundando calles al extremo de complicar la circulación de los autos, al mejor
estilo Buenos Aires.
Obviamente
hace mucho tiempo ya que el clima viene cambiando de forma brusca, las
tormentas que estamos teniendo últimamente no son las mismas de hace veinte
años atrás, nuestra ciudad no está preparada para este tipo de fenómenos y
menos si tenemos en cuenta el gran problema de la basura, que obviamente no
vamos a intentar tapar el sol con un dedo diciendo que la Intendencia no tiene
la culpa cuando su nivel de responsabilidad en este tipo de asuntos es muy
elevado, pero no podemos dejar de mencionar, que los montevideanos somos muy
sucios y tiramos la basura en cualquier lado, desde un boleto en la vía publica
hasta una bolsa de basura en una zanja de desagüe, teniendo un contenedor a
pocos metros, obviamente no se puede generalizar pero con que sea el treinta
por ciento de la población que se comporta así ya alcanza para que la ciudad
colapse.
Es
sabido que el mal comportamiento ante la higiene de la ciudad es de un
porcentaje muy elevado, el clima está cambiando y con el debemos de cambiar
todos tomando determinadas precauciones a la hora de manejarnos en la vida. La Intendencia
tiene culpa, sí, pero más culpa tenemos todos nosotros por hacer las cosas mal
todos los días.
Todos
sabemos que el veinticinco de diciembre no hay recolección de residuos,
cualquiera que haya pasado frente a un contenedor pudo observar que desbordaban
de basura, ¿es culpa de la Intendencia o de la gente que saco la basura cuando
no debía?
Es
mucho más fácil y cómodo echarle la culpa al otro y no reconocer los errores
que nosotros mismos cometemos, así estamos.
Por
otra parte y pensando en el futuro de seguir con este tipo de fenómenos climatológicos,
la infraestructura del país deberá de cambiar de alguna manera para que exista
una buena circulación del agua y por lo menos baje el nivel de las inundaciones
que en el resto del territorio son más preocupantes que en la capital, el
Uruguay no es ajeno al mundo y debe agiornarse a los problemas que tienen los demás
países frente al cambio climático.
Gabriel Cortazzo
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