Es
muy difícil poder catalogar o encasillar la idea central del programa Santo Y
Seña, por un lado nos venden la idea del periodismo limpio y de investigación y
por otra parte nos apabullan semana a semana con cámaras ocultas que debe ser
una de las acciones con menos ética, la
de inducir a alguien a decir lo que uno quiere y registrarlo sin que este lo
sepa.
Por
otra parte uno tiene que ser consciente de que lo que uno expone ante un medio
obviamente repercute en los receptores y si todo el tiempo se genera ese
especie de incertidumbre de cada tema de actualidad poniendo todo en duda a la
larga esto va a generar una desconformidad generalizada por parte de la gente
que consume este programa hacia cada hecho de actualidad, en vez de mostrar las
cosas tal cual son y no tratar de cambiar la forma de ver la realidad de la
audiencia hacia donde el conductor quiere.
La
frutilla de la torta es la de este último programa donde entrevistan a un
delincuente el cual nos enseña a todos como hacer para robar fácilmente un auto
en pleno horario central, si esto no es fomentar la delincuencia me pregunto yo
¿qué será? O simplemente prestarle una cámara a una persona que a nivel social
no tiene nada bueno para aportar ni nada que nos enriquezcan como ciudadanos,
lo que si está claro es que este tipo de cosas alimentan el morbo de la gente y
generan eso que tanto añoran los comunicadores y los productores que se llama
rating.
Es
lamentable que la producción nacional que tengamos para ver sea esta pero como
dijo un sabio filosofo del futbol “es lo que hay valor”
Gabriel Cortazzo
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