Parece
mentira que en un caso tan mediático como el del jugador de Peñarol la justicia
fallo en su contra haciéndolo cumplir tareas comunitarias, tal cual está
previsto en el nuevo reglamento de faltas, hecho que quizás sorprenda un poco
ya que por lo general a los jugadores de futbol cuando tienen ciertas actitudes
se les tiene una especie de contemplación para no castigarlos tan duramente,
pero en este caso no fue así, le toco cumplir con lo establecido y el pasado
fin de semana se lo pudo observar barriendo la Plaza Matriz.
Obviamente
en una actitud muy distendida y casi que mostrándose que simplemente está
cumpliendo con lo establecido pero no comprometido con la causa de resarcirse
por lo hecho, que si vamos al caso el único que se ha perjudicado con todo esto
ha sido el mismo, no creo que haya muchos jóvenes o niños que sientan identificado
con el “Japo” como jugador y que los afecte su mala conducta.
En
mi opinión lo más repudiable de toda esta situación creada por el mismo fue el
querer ocultar todo vía Twiter culpando a su hermano de todo esto. Ahora lo que
está bien claro es que el que estaba en la Matriz trabajando no era el hermano
sino que el mismo en persona.
Pero
de cualquier manera el hecho de ver a una figura pública cumpliendo con una sanción
como esta es una avance para nuestra sociedad que de apoco deja de tener a
cierta parte de la población con “coronita” para este tipo de cosas y los está
empezando a castigar como se merecen.
Gabriel Cortazzo
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