El
país vive momentos de tensión con nuestros “queridos” hermanos argentinos, la habilitación
por parte del poder ejecutivo para producir mayor cantidad de celulosa en la
planta de celulosa de UPM despertó un gran malestar en las autoridades de la vecina
orilla.
No
es nada nuevo que los argentinos ante un descontento tan grande como este
tiendan a salir a la calle manifestarse, quemar cubiertas, hacer piquetes, cortar
puentes, etc.
Ahora
el tema es que se van a venir a manifestar a nuestro país ya que es un tema que
compete a ambos países, pero la pregunta es ¿hasta qué punto podemos dejar
pasar a manifestantes a nuestro país? ¿Qué tan permisivo podemos ser?
No
hay que olvidar que el puente estuvo cortado durante muchísimo tiempo por los
argentinos y no había manera de
sacarlos, hecho que género que nuestra economía se viera afectada. Este sin
dudas puede ser el comienzo de un conflicto bastante similar, obviamente está
en manos de ambos gobiernos que esto no suceda teniendo la experiencia de lo
que ya paso. Es nuestro gobierno sobre todo el que tiene que tomar las medidas
para que esto no pase, además hay que tener en cuenta que los análisis del agua
son bastante mentirosos porque UPM no es la única planta que tira sus afluentes
al rio Uruguay, existen curtiembres y demás empresas que hacen lo mismo y que
generan tanta contaminación como la planta de celulosa lo que pasa es que no
tienen tanta prensa como los finlandeses.
De
cualquier manera esperemos que todo esto llegue a buen puerto y que todas las
expectativas que uno tiene de un gran conflicto solo queden en un simple
pensamiento y todo esto quede en la historia.
Gabriel Cortazzo
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