Parece
mentira que en la era de las comunicaciones en la cual vivimos, que día a día
nos demuestra que tenemos que estar más capacitados para poder subsistir en el
mercado laboral y poder crecer como personas exista un nivel de deserción del
sistema educativo PUBLICO y lo resalto porque en muchos países pelean por tener
una educación gratuita como la que tenemos acá que quizás nunca la valoramos
como se merece.
Además
de contar con el sistema de educación gratis, existen comedores donde a los
niños se les da de comer todos los días, se implanto el plan ceibal haciendo
que una porción de la población a la cual era casi inaccesible el tema de la informática
les pudiera llegar y capacitar a los niños para que alcancen cierto nivel de
conocimiento, ni que hablar de los boletos gratuitos para los liceales, para
que se puedan transportar sin problemas y como si todo esto fuera poco a los padres se
les paga la asignación para que a sus hijos teóricamente no les falte nada y
puedan asistir con normalidad a clases.
Teniendo
en cuenta todo lo mencionado anteriormente en qué cabeza cabe dejar que un niño
o un adolescente abandonen el sistema educativo, más allá de cualquier excusa
el estado les está dando todo para que asistan. Pueden existir mil excusas pero
sobre todo hay un problema de falta de voluntad por parte de los padres de que
sus hijos salgan adelante y eso es innegable.
Desde
hace tiempo se viene monitoreando este problema por parte de las autoridades de
la educación que como castigo lógico optaron por quitar las asignaciones a los
padres y se creó un plan llamado “Vuelvo a Estudiar” para reinsertar a estos jóvenes
y niños nuevamente hecho que se logró con éxito, no en su totalidad pero en
gran parte ahora van por mas tocándole a los padres donde más les duele, en el
bolsillo.
A
continuación les dejamos algunos números publicados en el diario La República: Las cifras que se presentaron responden al
cruce de estos datos con las inasistencias injustificadas en el período
abril-agosto. De esta manera, Murro anunció que se suspenden, para el pago de
noviembre, 10.510 asignaciones familiares, que incluyen a 6.132 de Primaria,
3.264 de Secundaria y 1.114 de UTU. Esto significa el 5 % del total de alumnos
y el 7.5 % de los beneficiarios de asignaciones familiares.
Si se toma en
cuenta a los estudiantes que fueron suspendidos por no matriculación y
descontando los reintegrados al sistema educativo alcanzan a un total de 36.798
asignaciones familiares suspendidas, las que se componen de 26.434 de las
suspendidas por no matriculación y las 10.510 suspendidas por inasistencias
injustificadas.
El presidente del
CODICEN, Wilson Netto, destacó la importancia de la conformación de un sistema
integrado de información que permitió avanzar en políticas institucionales.
Asimismo, posibilitó evaluar las causas de la desvinculación de los jóvenes del
sistema educativo.
Gabriel Cortazzo
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