La
selección uruguaya de futbol que participo en los Panamericanos de Toronto, se quedó
con la medalla de oro tras ganarle en la final al combinado Mexicano por un
tanto contra cero. Obviamente estamos todos muy felices con este resultado,
pero hay que admitir que como siempre pasa, nadie le dio mucha importancia,
hasta que nos dimos cuenta que estaban en la final.
Ni
que hablar que para un país de tres millones de personas este tipo de logros no
tienen ningún tipo de lógica ya que cualquier otro país de América tiene más
potencial para tener más cantidad de atletas, o por lo menos más posibilidades
de encontrarlos.
Sorprende
que cada vez que se le resta importancia por parte del pueblo uruguayo a un
plantel o a un deportista en una competencia se vuelven con una medalla, basta con recordad
a Milton Winants en ciclismo cuando se trajo una medalla de plata en las
olimpiadas de Sídney 2000.
A
la olimpiada siguiente todos estábamos pendientes de que podía pasar esperando
otro triunfo que no se dio. El uruguayo es un tipo bastante resultadista, no le
damos el real valor al sacrificio que tienen todos los deportistas uruguayos
para poder llegar a competencias de este tipo, ya que sin ser el futbol el
resto son amateur.
El
Estado al ver esta situación debería invertir mucho más dinero en todas las
disciplinas ya que tenemos grandes valores, sin ir más lejos el handball
femenino que se trajo el bronce clasifico al mundial y no pudo ir por falta de
dinero.
Gabriel Cortazzo
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