Desde
hace un tiempo a esta parte han sucedido una serie de acontecimientos que han
empezado a generar una incertidumbre inesperada en la sociedad, con la victoria
de la izquierda en nuestro país vivimos varios años de bonanza económica en los
cuales existió una recuperación real de nuestra economía, comprable en la
cantidad de autos que empezaron a circular en la calle, el descenso del desempleo
y la mejora en el poder adquisitivo de la gente.
El
tiempo fue pasando y hoy nos encontramos con una crisis hídrica que día a día y
muy silenciosamente se va a agravando, ha llovido muy poco en lo que va del
2015 y está generando problemas de todo tipo en nuestro país que inevitablemente
terminan repercutiendo a nivel económico.
Las
crisis del resto del mundo y sobre todo de Europa con un poco de retardo empezó
a repercutir en las exportaciones del Uruguay que comenzaron a disminuir y con
esto se produjo un enlentecimiento en el crecimiento económico del país que
posiblemente uno a simple vista lo puede ver como una crisis económica y quizás
ahí radica el problema. La especulación económica que hace el ciudadano común al
ver esta situación es la que puede llegar a terminar de definir si realmente
estamos en crisis.
Todos
nos sentimos con miedo de lo que puede llegar a venir entonces tratamos de
reducir el gasto, o de por lo menos no consumir como lo hacíamos hace cuatro o
cinco años atrás, entonces nosotros mismos ayudamos al des aceleramiento de la economía
porque no hacemos mover el mercado interno y a la larga terminamos generando
que las diferentes empresas vendan o produzcan menos lo que termina
repercutiendo en las fuentes laborales de los ciudadanos.
Es
un proceso extraño por el cual estamos pasando actualmente, pero la pregunta
indudablemente es ¿el Uruguay realmente está en crisis? O ¿simplemente es una situación
de desaceleración económica?
Gabriel Cortazzo
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