Tengo
veintisiete años y pertenezco a una generación de votantes absolutamente
desinteresada por la política de nuestro país, somos quienes se han encontrado
con la desilusión de políticos que se han robado todo lo que han podido y que
cada vez que asumen nuevamente prometen cosas que jamás van a cumplir, pero
como en definitiva la votación de octubre es obligatoria todos votan sin
prestarle mucha atención a lo que puede llegar a hacer cada candidato.
Lamentablemente
otras generaciones han luchado muchísimo para que hoy nosotros podamos tener
estas instancias como la del primero de junio, de una elección interna con un
35% de concurrencia a las mesas de votación, quizás no hemos tomado conciencia
de lo importante que es ya que no vivimos ni dictaduras ni exilios ni
represiones y hacemos básicamente lo que queremos cuando queremos y donde
queremos, escuchando los cuentos de nuestros padres y abuelos sobre aquella dictadura
que se cobró tantas muertes y desaparecidos, pero bien dicen que si no lo viviste
jamás lo entenderás.
Por
otra parte el cuento de que todos son unos corruptos y ladrones es la excusa más
fácil para no hacerse cargo de lo que el país elige, no va a existir ninguna
persona que llegue al poder y no acomode un familiar o haga entrar a alguien por
conveniencia a un puesto, eso es imposible ya que si cualquiera de nosotros accediéramos
a un cargo de esta naturaleza haríamos lo mismo, entonces hay que ser sincero
con uno mismo y después mirar hacia el horizonte de posibles candidatos y acercarse
al que a uno le puede llegar a satisfacer mas a nivel ideológico.
Ideología
que quizás sea una palabra perteneciente a otra generación que nos hizo llegar
hasta donde estamos hoy en día.
Ojala
tomemos conciencia de lo importante que esto es para nuestro país y que cada
vez que estemos frente a una instancia de este tipo, lo hagamos a conciencia y además
formemos a las futuras generaciones que posiblemente muestren mayor desinterés
que el que ya tenemos nosotros. Pensemos en el pasado para forjar nuestro
futuro.
Gabriel Cortazzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario