Es
increíble como siguen surgiendo noticias de esas que uno imagina que no son
verdad, pero que en realidad no hacen más que mostrarnos la triste realidad en
la que estamos inmersos y más cuando prevalecen intereses de poderosos, sobre gente
con un alto grado de vulnerabilidad.
El
caso más reciente en nuestro país es la llegada a Melo de un ciudadano
nigeriano que buscaba emigrar a los Estados Unidos de Norteamérica y llego
engañado a nuestras tierras. Partió desde Nigeria subido a un buque ruso con la
esperanza de encontrar un destino que le cambiara la vida y desembarco en Rio Grande
en Brasil, bastante lejos de donde el imaginaba que estaba, de ahí empezó a
viajar en camiones de carga, hasta que llego a Melo. Hasta acá sin duda que una
situación más bizarra es imposible y no es por desmerecer a Melo pero tiene muy
poco que ver con Estados Unidos.
Al
verse el africano que realmente no estaba en el lugar que él creía estar se dirigió
a las autoridades departamentales en busca de ayuda. La primera reacción de
nuestros compatriotas fue querer devolvérselos muy amablemente a los brasileros,
situación que no prospero, por lo tanto adoptamos un nigeriano indocumentado.
Cabe
destacar que rápidamente se movieron para intentar ubicar a Chidi Asiegbu, este
africano de 39 años que termino siendo empleado por una empresa dedicada a
gestiones ecológicas y de reciclaje de residuos hospitalarios llamada Ecogestiones
ubicada a las afueras de la ciudad de Melo y que ya cuenta con los servicios
del nigeriano.
Es
indudable que a partir de ahora se va a popularizar el dicho más desubicado que
nigeriano en Melo.
Gabriel Cortazzo
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