Estamos
entrando nuevamente en la campaña electoral, quizás la de octubre ya tiene
mucho más importancia tanto para los ciudadanos, como para los candidatos, el
problema radica en el nivel que está tomando la contienda electoral desde sus
inicios. Sin ir más lejos hace unas semanas atrás salió a la luz un debate, por
si a un candidato le sobraban apellidos y a otro le faltaban y a su vez esto
obviamente lo relacionaron con motivos para no votar a su contrincante.
Lo
más fresquito es lo de la bandera de Lacalle Pou, un acto totalmente
irracional, carente de sentido y muy poco relacionable con lo que se refiere al
terreno electoral, Lacalle pou en su afán de querer mostrar su juventud, está
rosando el límite de ser un payaso.
Ahora
aparece en la portada de El País digital Tabaré Vázquez junto a Agassi
dominando una pelota intentando demostrar también su vitalidad además de querer
ponerse al nivel del candidato blanco. La pregunta que surge a todo esto es la
siguiente ¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta para elegir a nuestro próximo
presidente? El nivel de agilidad que pueda llegar a tener o las propuestas para
dirigir un país.
Es lamentable, cualquiera sea nuestro futuro
presidente que para poder llegar al sillón se rebajen a armar todo este circo,
muchas veces se quejan de que la mayoría de la población ya no cree en la política,
pero lamentablemente los que fomentan esta situación son los propios políticos,
que se llevan el aplauso de aquellos que son afines a ellos y que no cambiarían
su voto, pero del resto de la población no hacen más que ganarse el repudio
absoluto.
Sería
bueno que de aquí a octubre empiecen a elevar un poco el nivel de discusión y
mejoren la mediatización de una campaña que hasta el momento es bastante
bizarra.
Gabriel Cortazzo
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