El
pasado domingo se disputo el partido más importante del futbol uruguayo, el clásico.
Se venía de una previa bastante complicada con todo lo sucedido en
Argentina y la facilidad que tenemos
para copiarle todo al vecino país, y generalmente las malas acciones que son
las que más fácil se aprenden.
Se
preparó todo un operativo en torno al Estadio Centenario y barrios aledaños, de
cualquier manera se rompieron tres ómnibus del transporte urbano por hinchas
que cuando iban rumbo al partido se encargaron de romperlo. Teniendo en cuenta
otros problemas vividos en los clásicos este saldo fue sacarla barata.
Hablando
un poco de lo deportivo existió un buen gesto por parte de los jugadores de
sacarse antes del inicio del partido una foto en conjunto, demostrando que son
rivales dentro del campo de juego, pero bajo ningún concepto son enemigos fuera
de la cancha.
El
empate sin dudas fue el mejor resultado ya que no genero reacciones en la
hinchada que pudieran llegar a ser peligrosas con lo que tenía que ver con el espectáculo.
Finalmente ambos siguen con chances de salir
campeones, el operativo policial fue un éxito y el clásico uruguayo volvió a
ser una fiesta.
Gabriel Cortazzo
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