En
horas donde dejamos de ser bombardeados por publicidad electoral, buscando
nuestro voto, son momentos de reflexión los que vivimos los uruguayos ya
pensando en el próximo 26, es casi que una realidad, que la situación política de
nuestro país va a cambiar bastante ya que según las encuestas, tendremos un
parlamento sin mayorías partidarias, situación que hará que las decisiones que
tome el gobierno de turno pasen por un filtro más extenso para poder llegar a
la luz.
Hace
muchos años que no estamos frente a una elección tan justa en la que nadie
puede predecir lo que pueda llegar a suceder ya que los porcentajes son
bastante ajustados por parte de los candidatos para llegar al poder. Obviamente
siempre teniendo en cuenta la aleación, entre los Blancos y los Colorados con la totalidad de sus votos enfrentados con
los porcentajes totales del Frente Amplio, que quizás sea lo que ha llamado la atención
de esta elección Lacalle Pou sin los votos de Bordaberry realmente no puede
competir ante un porcentaje tan alto de aceptación que llega a tener Tabaré, si
bien es el segundo más votado con sus votos solamente está bastante lejos del
candidato del Frente Amplio.
Pero
bien el invento del balotaje ha sido para eso, para que en una situación de
este tipo, se puedan unir fuerzas y alcanzar a otras más fuertes que por lo
general lo utiliza la derecha para enfrentar a la izquierda. Obviamente el
electorado no se comporta de la misma manera que los candidatos y de ahí que
uno saca la conclusión de que puede pasar cualquier cosa. Lo bueno es que
indudablemente lo que va a pasar el domingo tiene que ser tomado como una
fiesta en honor a todas aquellas personas que perdieron sus vidas luchando por
tener un país más justo donde el pueblo pueda elegir quien lo gobierne y quién
no.
Gabriel Cortazzo
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