Una
vez terminadas las fiestas tradicionales y ese periplo que todos los mortales
realizamos pasando en la casa de un familiar, de otro, un ratito con amigos, etc.
llega el peor momento: el dos de enero, ese día donde todo se terminó, momento
en que la heladera está llena de sobras las cuales son aprovechadas a partir de
este momento, en el que tampoco nos sobran las ganas de comer ya que las
mezclas de las distintas comidas que hemos probado y las diferentes bebidas que
supimos degustar hacen un cóctel en nuestro estomago que produce que lo único queramos
probar sea algún digestivo o alguna pastilla para empezar a purificar nuestro
organismo.
Por
otra parte me gustaría que alguien me explique a quien se le ocurrió la
maravillosa idea de festejar estas fiestas comiendo comidas como lechón,
cordero, asado, pollo etc. que la mayoría de las veces se hacen a las brasas
con unos 30 o más grados de temperatura ambiente generando un sufrimiento
importante en el asador, pero como si con esto no bastara en la picada comemos
alimentos como maní salado y todos los snack que tienen una cantidad elevada de
calorías que nos vendrían excelente si estuviéramos pasando las fiestas en
Rusia, pero para desgracia de nuestro cuerpo lo hacemos en Uruguay. Como sin
con todo eso no tuviéramos suficiente después de matarnos comiendo hasta que no
podemos más a la media noche el brindis infaltable se hace picando un pan dulce
o en su defecto un budín para terminar de arruinarnos el estómago.
Este
es el día donde uno hace catarsis física y espiritualmente es el momento de la
pregunta más dolorosa ¿y ahora qué? ¿Qué es lo que viene? ¿Hacemos balance de
año o arrancamos el otro así de una?
De
cualquier manera lo más importante es haber pasado en familia y disfrutado de
ese momento que hoy por hoy son de los pocos que van quedando para pasar juntos
ya que cada vez la tecnología nos está separando más y si estás leyendo esto es
porque sos de los que se tomó diez minutos o más frente a su computadora para ver
qué pasaba.
Gabriel
Cortazzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario