Quizás sean de los
últimos pilares de unión, en las
familias disfuncionales del siglo XXI , los abuelos juegan un rol muy importante
en muchas circunstancias. Todos aquellos niños que puedan compartir con ellos
quizás a futuro tengan una formación emocional mucho más completa que los que
no.
El
siglo XXI trajo con su llegada muchos cambios, entre ellos el hecho de que sea
cada vez más normal que los formatos de familias habituales se hayan roto y lo más
común sea ver padres separados con nuevas parejas y niños adaptándose a esa
realidad sin ningún tipo de complejidad, lo que si no ha cambiado es la
presencia y la influencia vital de los abuelos, que son quienes traen al día de
hoy las enseñanzas y valores del ayer.
Muchas
veces son quienes conviven en el día a día con los nietos y conocen más de
cerca sus realidades y avances que los propios padres, que la vorágine actual
los lleva a estar encerrados en trabajos que les consumen el día entero y no
les permite seguir de cerca la realidad de sus hijos más que por los que les
cuentan los abuelos al llegar a casa.
Sin
dudas con valores del ayer crean a su manera una sociedad más justa en donde la
principal herramienta para moverse en la vida para ellos era el respeto, algo
que por estos días está muy devaluado en las nuevas generaciones, así como la
confrontación con los niños de hoy en día, que son nativos digitales, termina
generando un aprendizaje para ambas partes en donde uno termina aprendiendo del
otro y compartiendo su mundo y su realidad, de esta manera los abuelos deben
entender que la velocidad del aprendizaje de hoy no es la misma que cuando sus
hijos aprendían, todo ha cambiado, pero la presencia de los abuelos sigue
siendo de gran importancia en las familias y en la sociedad toda.
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