Peñarol ha sorprendido en los últimos años generando, cierta
controversia a nivel local con el tipo de inversiones que ha realizado como
institución.
Es muy difícil poder olvidar, el
dinero que en un club como Peñarol, invirtió en la construcción de un estadio
de primer mundo en un país del tercermundista como el nuestro, muchos están a
favor de este tipo de inversiones que generan gran cantidad de puestos
laborales temporales, así como todo lo que se mueve alrededor, quizás esa sea
la cara positiva de este asunto, pero el problema empieza cuando nos
cuestionamos, como se financia, todo esto y hasta qué punto una institución que
en los últimos años soñó tan a lo grande, se mueve en el plano local puede
sustentar tal inversión.
El comienzo del clausura traerá
aparejado, otra serie de inversiones por parte de los carboneros, la llegada de
Maxi Rodríguez a nuestro futbol, un jugador de renombre a nivel mundial y nombres
relevantes para nuestro medio como los son Walter Gargano, Mathias Corujo o el
propio Lucas Viatri. Obviamente, Peñarol para lograr esto genero una inversión
muy grande, entendiendo que solo le sirve salir campeón del Clausura, para
pelear algo a nivel local, para una institución que gasta lo que gasta, se
podría catalogar como que están hundidos
desde hace tiempo sin poder lograr los resultados pertinentes y que a la larga
traigan divisas para la institución, para poder solventar los gastos.
Tantos los hinchas como los socios,
saben que a fin de año la administración Damiani dejara la institución, y la
próxima administración que llegue se encontrara con las deudas generadas y se
las tendrán que ver cómo hacer para poder salir adelante con todo lo adeudado y
poder llegar a ganar algo.
Muchos de los socios están felices
con estas decisiones, así como con las contrataciones hechas, entonces surge la
pregunta si lo que hacen es montar un circo para mantener entretenida a la
afición tapando los malos resultados o buscan generar una inversión para en
algún momento llegar a obtener algo importante para el futbol uruguayo.
De cualquier forma este tipo de
inversiones arriesgadas le generan a nuestro futbol un toque de expectativa que
es saludable para el espectáculo, que muchas veces es catalogado de mediocre,
si bien es muy difícil que un equipo sobreviva con ese tipo de deudas, no deja
de ser atractivo para el público.
Peñarol arranca este segundo
semestre yendo al todo por el todo, sabiéndose como favorito en el medio local y con la aspiración de
poder llegar a alguna copa internacional el próximo año, que le haga entrar
algo de dinero a sus arcas, así como también lo están obteniendo de la venta de
jugadores como Nandez o Palacios.
Solo el paso del tiempo nos dirá
si esto simplemente fue un circo para mantener entretenida a la afición o si
realmente fue una inversión que le trajo grandes frutos a la institución aurinegra,
sin dudas Damiani será uno de los presidentes más recordados de Peñarol.
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