Hay varias cosas que desde chicos nos inculcan como verdades
absolutas, si naciste en Uruguay y te gusta el futbol, sos de Nacional o de
Peñarol, si te interesa la política, sos de derecha o de izquierda y así podríamos
seguir ejemplificando opciones que parecen estar digitadas en la vida
cotidiana.
Defensor salió campeón del torneo Apertura y como ninguno de
los dos equipos llamados grandes lo lograron, el festejo pasa por los hinchas
de Peñarol que les dicen a los de Nacional, que no pudieron obtener el título,
es decir festejan logros ajenos, no cabe duda que su hubiera pasado a la
inversa tendríamos el mismo panorama.
Deberíamos abandonar un poco ese estilo de vida mediocre de
ir a donde todos van y de festejar cuando al otro le va mal, la política es el
claro ejemplo, el partido que oficia de oposición, pasa criticando durante
cinco años cualquier decisión que tome el Gobierno de turno, con la clara intención
de llegar al poder en la siguiente elección.
Los uruguayos tenemos el gran problema de que la polarización
de las ideas y las opciones, genera una oposición constante que lleva a
destruir en vez de unir, carecemos de tolerancia, no nos gusta que al otro le
vaya bien y lamentablemente ese pensamiento es de mediocres, con esto no se
puede generalizar a todos, pero es la sensación que dejan la mayoría de las
personas y quizás no porque sean así, sino porque ya lo traemos intrínseco en
nuestro comportamiento como colectividad.
Esta sumatoria de actitudes, van construyendo a la sociedad
que tenemos hoy en día y por eso quizás tengamos los problemas que nos aquejan
a los que no se le encuentra una solución debido a la intolerancia tan grande
por la que atravesamos en cualquier acción que incluya dos posiciones encontradas
que nunca logran alcanzar un punto medio, siempre es blanco o negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario