Se
disputo la final del mediocre futbol uruguayo, al mismo tiempo que se disputa
la Copa América, con un marco increíble de público ya que por primera vez en
muchos años se volvieron a ver las caras “los grandes” de nuestro futbol.
Quizás
la emotividad del partido, quedo totalmente de lado y se vio empañada por los
incidentes que ocurrieron en la tribuna Ámsterdam a siete minutos del final, no
existe una explicación clara de porque la hinchada aurinegra comenzó a tirar
todo lo que encontraba a mano hacia abajo, tal es así que la ambulancia que siempre
está fuera de la cancha ante cualquier imprevisto tuvo la necesidad de meterse
adentro del campo de juego por el riesgo que corría de ser blanco de las
butacas que volaban desde la tribuna.
La
incógnita es si se juegan los siete minutos que faltan o no, la verdad no creo
que exista necesidad ninguna de estirar este sufrimiento, por otra parte
Nacional no se logra lucir como campeón porque la fiesta quedo totalmente
empañada por estos sucesos.
De
mas esta decir que hasta que no exista una real reestructura en el futbol
uruguayo seguiremos teniendo espectáculos de este tipo con broches de oro como
el que vimos ayer, el futbol no deja de ser un fiel reflejo de lo que vivimos
en la vida cotidiana, las autoridades realmente no cooperan, para que se mejore
este espectáculo y se le dé seguridad a aquellos que quieran concurrir, ir a
ver un clásico se ha transformado en una actividad de riesgo para cualquier
persona común que quiera distraerse un rato.
Gabriel Cortazzo
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