Quiero
aclarar brevemente que este artículo bajo ningún concepto busca tener ninguna
pizca de machismo ni de discriminación hacia el género femenino.
dicho
lo cual y para todos aquellos que no sabían, el pasado día lunes 5, mientras
algunos ultimaban detalles para el día de Reyes, en la plaza Matriz a las 17 30
horas se concentró por primera vez el Observatorio Contra el Acoso Callejero
(OCAC Uruguay). De que se trata esto, pues bien es un grupo de mujeres que
busca difundir, sensibilizar y reflexionar sobre el acoso sexual callejero.
Si
bien es un tema bastante polémico porque sería muy difícil fiscalizar a los
hombres que “acosan” a las mujeres y que grado de culpa puede llegar a tener
una mujer que evidentemente busca llamar la atención de los hombres con su
vestimenta, si bien dicen que tienen derecho a vestirse como quieren que
evidentemente tienen razón todos sabemos que la mayoría de las veces buscan
llamar la atención del sexo opuesto, logrando diferentes reacciones dependiendo
obviamente de la persona, es un tema muy discutible y hasta qué punto se puede
considerar acoso y hasta qué punto no, pero en mi humilde opinión, las mujeres
tienen un porcentaje de la culpa ante una situación de este tipo, para que pase
algo así existe una provocación previa sería algo anti natural esperar que un
hombre no se excite de alguna forma al ver a una mujer vestida de forma sexi o
con poca ropa.
Según
proclama este grupo de mujeres” La violencia sexual contra la mujer ejercida en
los espacios públicos o acoso callejero es padecida por un abrumador porcentaje
de la población femenina, sin que norma o ley alguna lo tipifiquen ni condenen”.
Obviamente
con toda esta movida buscan lograr que exista una legislación, que condene las
diferentes acciones que tienen los hombres hacia las mujeres en la vía pública.
Para todos aquellos que andan por la calle mirando chicas les mostraremos
brevemente que entienden ellas por acoso sexual callejero:
Miradas lascivas
“Piropos” suaves y
agresivos
Silbidos, besos,
bocinazos, jadeos y otros ruidos
Gestos obscenos
Comentarios
sexuales, directos o indirectos al cuerpo
Fotografías y
grabaciones no consentidas a partes íntimas
Tocaciones
(“agarrones” o “punteos”)
Persecución y
arrinconamiento
Masturbación con o
sin eyaculación y exhibicionismo.
Realmente
si logran una legislación que prohíba desde
silbar y piropear a tocarle bocina a una mujer las cárceles de nuestro país no
van a dar a vasto. Hay otras acciones que son entendibles como la masturbación en
la vía publica o las fotografías y grabaciones, pero a las chicas parece que se
les fue un poco la mano, además que tampoco podemos generalizar, si todas las
mujeres piensan igual, que las del grupo que se conformó. Habrá que tener más
cuidado con lo que se dice en la calle ya que en cualquier momento se te puede
complicar la libertad por silbarle a una mujer.
Gabriel
Cortazzo
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