Empezamos
a meternos en la parte más caliente de esta campaña electoral para saber quién será
el próximo presidente de todos los uruguayos, sin dudas cuenta con la
particularidad de que hace unos años atrás cualquiera podía imaginar que si Tabaré
Vázquez se presentaba a una nueva elección ganaría de punta a punta
tranquilamente, hasta que apareció Lacalle Pou con toda su parafarnalia de “Por
la Positiva” y una excelente campaña a nivel publicitario, que hizo poner en
duda una situación que hasta el momento era cantada.
Obviamente
con su juventud y vitalidad el candidato blanco arrimo a mucha gente para su lado demostrando que es
la supuesta renovación, que si miramos a
hace unos años para atrás, este mismo slogan de renovar lo utilizaba el Frente
Amplio, realmente es una paradoja que ahora lo use su adversario para intentar
ganarle con su propio discurso de una elección anterior.
Tabaré
Vázquez, como ya nos tiene acostumbrados dijo que no va a debatir. Realmente no
tiene la necesidad de hacerlo, sabiendo que probablemente gane la elección de
octubre, es indudable que los candidatos que se ven en desventaja busquen el
debate para intentar confrontar a los que van delante de ellos en las
encuestas, en este caso un posible debate, por ejemplo puede llegar a favorecer
a Pedro Bordaberry que busca desbancar a Lacalle Pou y meterse en la conversa
de cara a octubre, en el caso de Mieres por más que duela decirlo no cambia
nada que este o no ya que tiene un porcentaje muy bajo de intención de voto.
Ni
que hablar que Lacalle Pou buscara mediante un debate mediatizarse más e
intentar tapar todos los errores que viene cometiendo, como por ejemplo cuando
hablo a cerca de la jornada laboral de los peones rurales o de la ley que con
tanto esfuerzo el SUNCA logro poner en práctica a cerca de la seguridad
laboral.
Obviamente
esto no son errores sino formas de pensar, pero el debate se presta para poder
maquillar todo esto e intentar ganar algún votito más.
Gabriel Cortazzo
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