Parece ser una regla de nuestro
futbol que un equipo que hace una excelente campaña, a la temporada siguiente
no repite.
Han
pasado los años para el futbol uruguayo y aquella hegemonía de los cuadros
grandes fue quedando de lado, ya a nadie le sorprenden que los grandes pierdan
en el Centenario y menos que no logren ganar en canchas como las de Defensor,
Danubio, etc.
Ni
que hablar que el pasado campeonato uruguayo, termino de confirmar todo esto,
con solo ver que equipos como Rentistas, River, o Wanderers entraron a copas
internacionales, por supuesto sin desmerecer a ninguna de estas instituciones,
pero si teniendo en cuenta que con lo que Nacional o Peñarol le pagan a un
puñado de sus jugadores estos equipos probablemente le paguen a su plantel
completo.
Lo
que sorprende es que cada vez que equipos en desarrollo logran hacer una buena
campaña, al torneo siguiente o se desmantelan o no logran repetir lo hecho
anteriormente, en la actualidad el caso más claro es el de Danubio, actual
campeón del futbol uruguayo , que hasta el momento no ha podido repetir todo lo
hecho anteriormente, si bien ha tenido pérdidas de jugadores, también ha traído
nombres importantes para reforzar el plantel como es el caso de “el tecla”
Farias, que llego a el club a aportar su experiencia y su calidad como jugador,
pero hasta el momento no ha podido demostrarlo con total claridad.
Este
tipo de hechos una vez más demuestra el negocio que puede llegar a ser el futbol
uruguayo, ya que un equipo como Danubio que salió campeón, va a jugar torneos
internacionales y tiene un título que defender lo desmantelan al extremo que no
puede hacer ni siquiera un papel decoroso dentro del ámbito local, no existe
una apuesta a futuro de mantener un plantel, para avanzar en todos los ámbitos.
Si bien mantienen una columna vertebral las grandes figuras que son las que
marcan la diferencia por lo general emigran a otro futbol, donde se coticen más.
Ese
es el gran dilema de nuestro futbol, como hacer que se levante el nivel y que
los jugadores elijan jugar en Uruguay en vez de otro país, que alternativa
puede existir para hacer de esto un verdadero espectáculo y no lo que es hoy en
día donde el 90% de las canchas porque ni siquiera son estadios, dan vergüenza,
y no se puede culpar a las instituciones porque en muchos casos ponen de donde
no hay para salir adelante, la gran pregunta es ¿A dónde va todo ese dinero que
se produce? Que no logra volcarse en el espectáculo para mejorarlo.
Lo
más increíble es que el puntero actual del campeonato es Racing que se maneja
en condiciones mucho más humildes que el propio Danubio, parece que el futbol
uruguayo cada día, se transforma más en el mundo del revés.
Gabriel Cortazzo
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