Parece
algo surrealista, en el diario El País salió publicada una entrevista a un
hombre oriundo de los Estados Unidos que parece ser que está vendiendo terrenos
en la luna, suena algo estúpido, pero es así el hombre a esta altura con más de
quince años en el rubro se está volviendo millonario con el negocio
inmobiliario lunar, dentro de esta entrevista se pueden encontrar fragmentos
que no tienen desperdicio como el siguiente: Todo empezó en 1980 cuando en pleno divorcio se quedó sin un centavo y
miró al cielo como buscando una señal. “Y vi la luna. Yo pensaba que si tan
solo tuviese una propiedad, la podría hipotecar, mudarme a Los Ángeles y
empezar una carrera como actor. Pero vi la luna y dije: Allá hay un montón de
propiedades”. (…)Recordé mi clase de Ciencia Política en Oregon. Ahí me
enseñaron el tratado sobre espacio ultraterrestre de las Naciones Unidas de
1967. El artículo II se me quedó pegado: “El espacio ultraterrestre, incluso la
luna y otros satélites, no podrá ser objeto de apropiación nacional por
reivindicación de soberanía, uso u ocupación”.
Pareciera
que el hombre no habla enserio pero muy por el contrario se tomó esta causa a
pecho, es mas en el momento que dice “no podrá ser objeto de apropiación nacional…”
el mismo está demostrando que lo que está haciendo no es legal porque ese artículo
quiere decir que no es de nadie y que es de todos a la vez, por lo tanto no
tiene ningún derecho a hacer lo que está haciendo.
De
cualquier manera la mejor parte de la entrevista es la siguiente: — Como
el tratado habla de países, pero no de propiedad individual, usted le envió una
carta a la ONU...
¡Sí que lo hice!
Rellené una solicitud de propiedad para la luna, los otros ocho planetas y sus
lunas. Pedí que si tenían un problema legal me lo hicieran saber.
—
¿Le contestaron?
¡Nunca! No se lo tomaron en
serio y ahora es muy tarde para ellos.
—
Y empezó a vender la luna…
Yo he sido vendedor
toda mi vida, así que fue una transición fácil. En 1980 no había computadoras,
la gente no entraba a Internet, excepto el gobierno. Empecé a ir a centros
comerciales y preguntaba si querían un regalo de Navidad único. Vendí 600
propiedades en dos semanas. Me metí esos 6 mil dólares al bolsillo y me fui a
Los Ángeles. Durante los primeros 15 años vendí 100 propiedades anuales, sin
hacer publicidad, pero en 1995 decidí ponerme más serio porque ya había
Internet y podía llegar a una comunidad global. Así que empecé a vender online.
[El costo por cada acre es de US$24. Por este precio le envían un título de
propiedad con su nombre, un mapa de la luna y la Constitución Galáctica.]
Realmente
parece mentira que exista gente que se dedique a este tipo de cosas, pero lo
peor es que haya otros que le sigan el tren fomentando su negocio, es increíble
que se le haya escapado de las manos a algún uruguayo que siempre somos tan
creativos para rebuscarnos en todo.
Gabriel Cortazzo
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