“INCONFESABLE” UNA HISTORIA DE VIDA EN LA ZAVALA MUNIZ

Fin de semana tras fin de semana, Montevideo ofrece una agenda cultural muy basta y diversa, para todos aquellos que desean disfrutar del arte en todas sus formas. Con la direccion y participacion de Lucia Trentini "Inconfesable" es una de las grandes propuestas.

Los viernes sábados y domingos de setiembre se viene presentando en la sala Zavala Muniz del Teatro Solís, “inconfesable” sonata para dos actrices. La obra transcurre contándonos la vida de Ana, una joven cuadripléjica la cual lleva una vida muy rutinaria, con todo lo que significa para una persona encontrarse en esa situación, pero sobre todas las cosas intenta ser feliz y en esa búsqueda toca diferentes temáticas que se podrían catalogar de tabú hoy en día en nuestra sociedad.

Las distintas ambientalizaciones en cuanto a lo escénico lo textual y el contenido, se ven matizadas con un gran aporte de Juan Martin Lopez Cariboni en lo musical, colocando la frutilla de la torta a una gran historia que tanto Lucia Trentini como Josefina Trias se encargan de contar.

Sin duda que esta obra, le hace remover al espectador, determinadas sensaciones, como es el trato que la sociedad le da a la gente con discapacidad y lo difícil que puede llegar a ser entender por lo que pasan estas personas, en cuanto a su sensibilidad, su búsqueda de una recuperación en caso de ser posible y todo aquello que pasa por su cabeza en tantas horas de dependencia y muchas veces soledad.

Además de hacernos encontrar con estos cuestionamientos la obra nos lleva al terreno de lo inesperado presentando un final que puede dejar  perplejo a más de uno, la mezcla de emociones por los que el espectador pasa durante una hora, la hacen ser sin dudas una gran opción para todos aquellos que disfrutan del buen teatro.

 

ENTREVISTA CON CARLOS “CHARLY” SOSA (SEGUNDA PARTE)

Más allá de los avatares vividos en las diferentes bandas que formo parte Carlos sosa ha llegado a posicionarse como uno de los solistas más exitosos dentro de la movida tropical, acá va la segunda parte de la entrevista realizada para Periodismo en tus Manos.

¿Crees que esta forma de trabajo que tenes hoy en día da mayor resultado que la de la productora de Chocolate?

Totalmente, sino fuera así el grupo seguiría hasta hoy, en aquel momento nos decían los “Back Street Boys latinos” nosotros logramos romper todas la barreras y llegamos a competir y posicionarnos dentro de los ranking a nivel mundial, primeros en el Pepsi Chart de los Ángeles durante casi cuatro meses. Se cometieron muchos errores, no todo tiene que ser dictatorial.

Cuando salen de Uruguay con el grupo Mayonesa ¿cómo hacen para explicar lo sucedido?

Sabía todo el mundo, fue una bomba, no hubo donde no saliera, fue tapa del diario El País.

¿Con este hecho no lapidaron a la nueva formación de la banda Chocolate?

Ellos se formaron enseguida de vuelta pusieron otros cantantes y siguieron trabajando, sucedió que si nosotros tocábamos en un baile las bandas de la productora no iban a ese baile, eso nos llevó a que nos sitiaran, por decirlo de alguna manera y como artistas uruguayos, nos tuvimos que ir a grabar a la Argentina y firmar un contrato allá, porque acá nadie nos producía.

A pesar de las trabas que me contas ¿cómo logran tener éxito igual?

El público es el que manda, a la larga o a la corta la gente es la que tiene la decisión final, éramos tan boicoteados, que genero una rebeldía en la gente, que éramos el grupo más pedido, el primer baile que nos llevo fue Coyote y a partir de ahí empezamos a trabajar, como siempre digo el soberano es el publico.

¿Cuáles son tus referentes a nivel  personal y musical?

A nivel personal un referente que siempre tuve fue mi mamá, por lo luchadora y emprendedora, mi padre la dejo sola y es una mujer que muy jovencita llego a Montevideo a trabajar, y al poco tiempo me trajo de Mercedes, ese tipo de rebeldía creo que también la adopte yo, otro referente que tuve fue mi padrastro un tipo sumamente laburador, educado, que en definitiva con mi madre me ayudaron a criarme. En el aspecto musical tengo dos grandes ídolos, uno es Fredy Mercury el cantante de Queen, yo pertenezco a una generación en la que nos criamos escuchando rock, Queen, The Doors, Creedence, The Beatles. Otro ídolo que tengo es Marc Anthony, lo vi en Tenerife en un recital, es un fenómeno.

¿Porque no te dedicaste a cantar rock?

Porque no pensaba ser cantante, la vida me llevo, yo jugaba al futbol fui declarado en rebeldía por un problema que tuve, ahí empiezo a trabajar y me encuentro con la música, la vida me tenía un camino marcado y tuvo que hacer cosas para llevarme por ese camino. Increíblemente en cada grupo que he participado me han tocado cantar las canciones que funcionan, eso me ha generado un repertorio, que me ha permitido poder vivir de la música.

¿Cuál es el costo de vivir de la Música Tropical?

Yo tuve que dejar muchas cosas, en el caso mío que puedo vivir de la música porque soy el productor, el compositor, el cantante el manager, hasta manejo mi camioneta, soy el chofer. Tengo un montón de funciones dentro de mi empresa que hacen que yo pueda vivir de la música. Si fuera un simple cantante que voy canto ejecuto y listo no podría vivir de esto, yo tendría un sueldito y nada más, sería un complemento a mi vida. Yo tengo una fábrica que produce un producto que se llama Charly Sosa y su banda y el dueño de esa fábrica es Carlos Sosa, somos lo mismo entonces uno no traiciona al otro, el producto no traiciona al dueño y el dueño no traiciona al producto.

Yo tengo una fábrica que produce un producto que se llama "Charly Sosa y su banda" y el dueño de esa fábrica es Carlos Sosa.

Y a nivel personal ¿qué perdiste por la música?

Perdes un montón de cosas, los casamientos de mis mejores amigos no pude estar, el cumpleaños de quince de mi hermana, estuve un ratito y me tuve que ir y después, me baje del escenario y me fui al cumpleaños de ella, hecho que me llevo a casi perder el puesto que tenía en Chocolate, más allá que habíamos tocado en el cumpleaños, pero dije “yo no puedo estar perdiéndome el cumpleaños de mi hermana” y me fui. Con mis parejas se casaban sus mejores amigas y yo no podía estar, si ellas tenían un evento que era importante para ellas yo no podía estar. Cuando sos dueño de un grupo, podes elegir un montón de cosas, yo por ejemplo 24 y 31 de diciembre no trabajo, no obligo a mis músicos a que pasen lejos de su familia. Yo he pasado un 24 de diciembre en Nueva Palmira, sentado en el cordón de la vereda llorando porque extraño a mi familia y esperando que la gente termine de brindar para venir al baile y yo tener que cantar para ellos, cuando vos sos empleado de un grupo estas obligado a cumplir con esa función porque te pagan. Perdes esos momentos de tu familia, estar con tus hijos, yo los aprovecho entre semana, los fines de semana trato de ir al futbol, a veces voy sin dormir o si es muy lejos no puedo ir a verlos.

Yo he pasado un 24 de diciembre en Nueva Palmira, sentado en el cordón de la vereda llorando porque extraño a mi familia y esperando que la gente termine de brindar para venir al baile y yo tener que cantar para ellos, cuando vos sos empleado de un grupo estas obligado a cumplir con esa función porque te pagan.

¿Tenes dos hijos?

Sí. Dos varones y son mis dos motores.

¿Hasta cuándo tenes pensado seguir arriba de los escenarios?

Calculo que en un par de años me voy a retirar, no quiero llegar a viejo cantando, no porque piense que está mal, hay colegas y referentes que lo hacen, pero yo vengo un poco cansado, llevo 23 años de perderme un montón de cosas, más adelante vendrán los nietos y quiero disfrutarlos. No quita que no vaya a producir, voy a buscarle la vuelta para seguir en esto, yo deje muchas cosas por la música y después de tantos años no es fácil volver a reinsertarte en el mercado laboral. Buscare la forma de tener un grupo, o varios que pueda producir y que pueda tener a los artistas contentos con ser artistas, que no me vean como un patrón sino como un compañero más que los produce. El ser músico es como ser jugador de futbol, te tenes que retirar cuando saliste campeón. Me gustaría retirarme haciendo un Teatro de Verano, un velódromo o un Teatro Metro, con entradas agotadas y que sea mi despedida.

Calculo que en un par de años me voy a retirar, no quiero llegar a viejo cantando, no porque piense que está mal, hay colegas y referentes que lo hacen, pero yo vengo un poco cansado

¿Cómo es la dinámica de trabajo actual en tu banda?

Tengo tres utileros siete músicos y un sonidista. Los utileros arman en doce minutos y desarman en diez, ya está cronometrado, nosotros no podemos fallar en ningún momento los horarios estipulados. Lo que yo no hago es sobre agendar, si humanamente da para hacer diez shows no se pueden agendar quince, porque la gente te espera pero hasta cierto punto y esos son los errores que se cometen.

¿Con Chocolate como hacían para tocar en quince shows en una noche?

La banda no tocaba en vivo, los cantantes si cantábamos en vivo, ese es uno de los errores de la movida tropical.

¿Al músico no lo afecta saber que ni siquiera esta tocando?

Y… si te afecta, pero cuando hay un manager te dice lo que hacer, vos podes aceptar o no. Con Mayonesa formamos una banda con ocho músicos en vivo, fue una de las bandas que mejor sonó en la movida, me lo han dicho colegas incluso de otras generaciones. Con mi banda solista, también tengo siete músicos que tocan en vivo, nunca más cante con pista.

¿Cuáles son tus proyectos en la actualidad?

Estoy a punto de sacar un disco nuevo, antes de fin de año voy a hacer un teatro que aún no lo decidí, tengo una propuesta para hacerlo en el Radisson, lo estoy estudiando porque quiero poner entradas a precios populares.

ENTREVISTA CON LUCIA TRENTINI

Es cantante, actriz y directora de teatro, supo formar parte de una de las bandas más importantes del rock uruguayo como lo es La Tabaré, actualmente se encuentra  presentando una obra junto a Josefina Trias en la sala Zavala Muniz, llamada “Inconfesable”. En esta oportunidad paso por Periodismo en tus Manos, Lucia Trentini.

 ¿Cómo nace tu amor por el teatro?

El amor hacia el teatro siempre estuvo en mí. Desde muy niña tenía clara mi vocación y la expresé cada vez que tuve posibilidad, hasta que me integré al elenco local de mi ciudad natal, Durazno.

¿En qué rubro incursionaste primero en el teatro o  la música?

La música y el teatro fueron dos pasiones que siempre desarrollé en paralelo, incluso ahora lo sigo haciendo. Desde chiquita cantaba con mi padre con la guitarra y desde mis inicios me formé en el conservatorio de mi ciudad hasta que me vine a vivir a la capital. Cantaba y actuaba en donde hubiera un hueco. Ahora me gusta conjugar esas artes en el teatro, en mis obras el plano sonoro y la palabra hablada tienen un protagonismo importante. También me pasa a la inversa, en mis canciones la interpretación está intrínseca.

¿Cómo llegas a La Tabaré y a que se debió tú salida de la banda?

Entré a la banda en el año 2008. Recién había salido de la EMAD y me encontraba trabajando en un curso de postgrado con el director Roberto Suárez. Llegué ahí porque era actriz, y Tabaré también. Era enero cuando llegaba de un viaje en Cuba en el cual había estado cantando con un cantautor de allá, era mi primera vez, y recibí la llamada telefónica en el Nokia 1100. Tenía 23 años, siempre había cantado pero nunca de un modo profesional. Dos semanas después estaba cantando en el Punta Rock, Para miles de personas. Yo había escuchado la banda de adolescente y me gustaba, pero nunca se me había cruzado por la cabeza estar ahí. El juego fue muy divertido y de gran crecimiento. A partir de ahí empecé a estudiar canto en la escuela de música, conocí gente hermosa con quienes también emprendí nuevos proyectos musicales. Con la banda me aprendí muchísimo, hubo una época de muchos escenarios y eso te da mucho fogueo y yo le saque provecho. Grabamos un disco e hicimos espectáculos en los que se conjugaba el teatro ya mí me copaba. Luego el entusiasmo se fue perdiendo, en la banda cambiaban seguido los músicos y eso implica un volver a empezar, tocar menos, ensayar más, el repertorio se vuelve repetitivo, y había algo de exclusividad que no me estaba dejando actuar. Necesitaba exigirme más y desarrollarme como artista, en la banda no me estaba sintiendo del todo plena. Se empezaron a superponer cosas y elegí hacer mi propio camino.

En cuanto al teatro ¿en qué lugar te sentís más cómoda como directora o arriba de las tablas?

Soy un bicho de teatro. Como directora he estrenado sólo dos trabajos, en uno de ellos incluso actué a la vez que dirigí. Son cosas bastante distintas y poco comparables una con la otra. La actuación me fascina, me encanta poner el cuerpo, y dejarlo todo ahí, luego de actuar hay una energía increíble que se libera. Como directora el rol es bien diferente, pero me apasiona de igual modo. Soy creadora, me gusta estar en todo, profundizar en todos los sentidos. Materializar una idea, verla de afuera a la vez que ponerle el cuerpo.

¿Cómo tomaste las críticas realizadas por tu trabajo en Cumbia Club?

Las críticas para mí en lo personal, son herramientas sobre las cuales construyo y me desarrollo, considero  además que son fundamentales para el crecimiento de cada artista. Me gusta trabajar sobre el fracaso y no tenerle miedo a eso. Experimentar y desafiarme, incomodar.

En mi desarrollo dentro de Cumbia Club jamás me sentí criticada, es un proyecto muy nuevo y no siento que se me hayan realizado críticas.

Si hablamos de “las críticas” refiriéndonos a un comentario puntual en las redes sociales, pienso que eso habla más de la otra persona que de mí misma.

Soy una artista versátil. Actúo y canto desde siempre. Me estoy desarrollando también en la dramaturgia y en la dirección en el último tiempo, me desarrollo con profesionalismo, responsabilidad y muchísimo amor a lo que hago, a lo que dedico mi tiempo. Mi autocrítica es potente y siempre me estoy re pensando, sola y con colegas que me acompañan en el viaje y de quienes también aprendo muchísimo.

¿Cuál es tu opinión del momento actual de la música uruguaya?

Estoy en un estado idílico con la música nacional. Creo que tenemos un país lleno de músicos maravillosos y me salteo a los ya reconocidos y venerados. En Uruguay, levantas una piedra y sale un músico, un pibe cualquiera con un lenguaje musical propio y desarrollado, tanto en lo académico, como en lo popular o lo experimental. Hay que dejarse inundar y sorprender por esa bendición.

¿Crees que el teatro uruguayo tiene el lugar en la sociedad que se merece?

Es una pregunta que no puedo contestar: “¿Cuál es el lugar que el teatro se merece en la sociedad?”, No lo sé. Yo hago teatro porque tengo cosas que decir, porque necesito hablar en nombre del lugar al que pertenezco, de la generación y la era de la que formo parte. Porque tengo cual y tal dilema y quiero construir sociedad, cuestionarla.

Lo que siento hoy con el teatro es que la gente no va. Si yo te preguntara: ¿Cuántas veces fuiste al teatro en el último mes? O si te pidiera que le preguntes a tus propios amigos si llegaron a ir alguna vez. La gente no va, porque no es algo vendible, porque muchas veces la gente no sabe lo que es, nunca lo experimentó y porque además tampoco genera dinero y entonces a nadie le importa. ¿Merecemos ser la sociedad que somos?

¿Cómo fue tu experiencia fuera de fronteras junto al teatro?

Viajar con el teatro es de las cosas más maravillosas que existen. Tuve mis primeras giras en la adolescencia temprana y empecé ahí por conocer mi país.  Desde hace un tiempo he viajado mucho por el exterior con diferentes obras y montar e ir de pueblo en pueblo es inexplicable. Más allá de la aventura, del encuentro e intercambio con otras culturas y del placer de conocer lugares inimaginados, es otra forma de hacer oficio, montar obras y adaptar el cuerpo a los espacios además de ganar un poco dinero.

¿Se puede vivir del arte en Uruguay?

Es muy difícil. El trabajo artístico en Uruguay es poco valorado. Es otra de las cosas que aprendés cuando salís del país, que la gente te aplaude de pie y te invita la copa, te compra la entrada, te paga por hacer lo que haces y además te felicita. Acá el trabajo artístico está asociado al ocio, como si los creadores nos rascáramos a dos manos y nada más. Por lo general pago para llevar adelante mis proyectos: hacer una escenografía, un vestuario, ir al ensayo, lograr difundir un trabajo, todo eso cuesta plata y es plata que no se recupera con venta de entradas. Hoy existen algunos fondos que subvencionan el trabajo o parte de él y eso te ayuda mucho, pero escribir una obra, ensayarla y ponerla en escena te lleva horas de trabajo y de sueño que nada puede pagar. En el último tiempo he trabajado mucho en el exterior y con eso genero algún ahorro que guardo para poder mantenerme y así voy, una cosa acá, otra allá. Hoy que soy joven y no tengo hijos me la juego a mi carrera y no me importa dejar de lado el confort. Andar en bicicleta, olvidarse de algunos lujos y meterse de lleno e la escritura y la creación.

¿Cuáles son tus proyectos en la actualidad a nivel personal y artístico?

Estoy en un momento de muchísima proliferación a nivel creativo. Éste año presenté mi primer disco solista CICATRIZ y acabo de estrenar una obra de mi autoría en la que dirijo y actúo INCONFESABLE, sonata para dos actrices, está ahorita en cartel. Paralelamente estudio dramaturgia en una tecnicatura que acaba de abrirse entre la Universidad y la Emad. También tengo pensado irme en gira en Octubre a España donde presentaremos Rabiosa Melancolía, una obra de Marianella Morena, una directora que quiero mucho y con la que compartimos varios proyectos. Respecto al futuro, estamos investigando para una  nueva puesta con un grupo de colegas y tengo pensado escribir todo el verano, hay muchas ideas dando vueltas en la cabeza. Será cuestión de hacer una pausa para organizar el futuro. Lo que sí es claro es que seguiremos haciendo canciones, música y teatro, separado  o todo junto.