jueves, 20 de junio de 2024

ENTREVISTA A ABEL GARCIA

Es una de las figures del folclore y canto popular uruguayo, que ha sabido marcar un camino y un estilo verdaderamente propio, con letras que buscan reflejar realidades de las más comunes para cualquiera, si bien el mismo se considera fuera del “sistema” este lo incluye constantemente cuando su música forma parte de diferentes reuniones o momentos cotidianos. En esta oportunidad paso por Periodismo en tus Manos, Abel García.


¿Cómo podrías definir la música que haces?

Me resulta bastante difícil porque yo tomo distintos elementos de otros géneros y le doy mi impronta. Cuando toco algo de folclore no lo hago como se suele hacer tradicionalmente, busco algunas variantes armónicas, incluí en algún momento hasta una guitarra eléctrica, por ejemplo, coros femeninos también, cosa que no es muy común en el folclore o en el canto popular. A veces incursiono en el tango, pero de una manera diferente. Yo grabe algunos tangos con el título Ni muy muy ni tan tangos. Tomo bastante del beat y de lo melódico porque fue algo que yo toque en mi adolescencia cuando era bajista, en Tacuarembó y aun ni siquiera cantaba. Por eso te digo que es una mezcla de todo y decir que tiene un nombre ese género es muy difícil, no podría definirlo y tampoco sé si es realmente necesario que lo haga, aunque hay mucha gente que tiene la necesidad de poder encasillarte en un género determinado…

¿Cuáles son tus principales influencias?

En mi adolescencia la música Beat y la melódica, algo de rock, mucho folclore argentino. Por aquel entonces en el Uruguay todavía no había un movimiento de canto popular que fuera importante. Se escuchaban algunos folcloristas como Tabaré Etcheverry, Aníbal Sampayo, Osiris Rodríguez Castillos…

Mas adelante en el tiempo, aparecieron Los Olimareños, Alfredo Zitarrosa y Viglietti, que pudo haber sido la primera influencia en mi estilo de cantar como cantor popular. Después vinieron las influencia de los españoles, de los trovadores como Serrat, Paco Ibáñez, Patxi Andión, Luis Eduardo Aute, etc. A mí me influyeron mucho los trovadores españoles, creo que estuve más cerca de ellos que de nuestro folclore. Así como también me pasa de manera inversa con la murga y el candombe que son géneros con los cuales no me siento identificado, por el contrario de la música popular brasileña con Caetano Veloso y Chico Buarque entre otros, que me sirvieron para pedirles prestados algunos acordes y armonías que después también las aplico a la hora de hacer canciones de folclore cosa que suena muy extraña ya que el folclore se basa en los tonos comunes y corrientes sin demasiadas alteraciones armónicas, hecho que generó que me miraran de una forma extraña en momentos donde me incline más por lo folclórico. Pero en resumidas cuentas las melodías brasileñas y los trovadores españoles han sido mis grandes influencias.

A tu entender ¿Qué es lo que define a un estilo musical como popular?

 Alrededor de los 70 en el Uruguay creo que a través del periodista Elías Turubich se le llamo canto popular a lo que hacían aquellos cantores que interpretaban el sentir del pueblo en cuanto a cuestiones sociales, porque otros géneros musicales les cantaban a otras cosas y nosotros en general teníamos muchas canciones contestatarias o haciendo referencias a las problemáticas del momento.

Ahora, si nos vamos a basar en que lo popular es algo que gusta masivamente, el canto popular nunca fue algo super masivo en cuanto a que le llegue a un porcentaje alto de la población, es para un grupo determinado y generalmente de tendencia izquierdista. Si vamos a mantener esa línea de pensamiento podríamos decir que la cumbia es más popular, es lo que más se escucha o se ha escuchado, también la música melódica. Acá ese género casi que no se ha desarrollado, prácticamente muy pocos cantores que incursionaban en lo melódico. Pero si se consume mucho lo que viene de afuera, Roberto Carlos, por ejemplo, Luis Miguel, Camilo Sesto, Chayanne, etc. Estos artistas vienen a Uruguay y llenan estadios, por lo que el termino popular hay que tomarlo con pinzas. Capas que no fue una buena idea definir al canto popular con ese nombre, como te decía, teníamos un apoyo bastante importante de gente, pero era un sector de la población y definir que un estilo musical es pueblo porque canta sobre cuestiones sociales no se si es lo correcto…

En la actualidad ¿Qué lugar ocupa la música folclórica en la sociedad?

Creo que está cada vez más debilitado el folclore y tal vez porque no se ha renovado, porque los músicos siguen tocando de la misma manera de siempre, no se abren a otras sonoridades, que en parte fue lo que yo intente, pero creo que no gusto mucho, sonaba raro. Yo no me considero un gran musico y no tengo un gran conocimiento armónico ni nada por el estilo, pero aun así esas pequeñas alteraciones creo que chocaban. Tanto así que un día un presentador de televisión bastante conocido en el mundo del folclore me presento diciendo “voy a presentar a este cantor que en realidad no se bien que es lo que hace, si es el folclore del futuro…”

Evidentemente tenía un oído bastante tapado y era poco abierto a variaciones musicales dentro del género. Poner una guitarra eléctrica y coros femeninos, en mi caso fue tomado de la música del Brasil que se utiliza mucho y a mí me encantan los colores que aportan, en Uruguay salvo que sea una cantante solista no se le da lugar a la mujer, en ese sentido el folclore es bastante machista, ese tipo de cosas son las que le afectan. A mí personalmente me aburre. En Argentina es diferente, si bien allá están en dificultades, pero han incursionado en otras sonoridades, acá no se les llega a los jóvenes porque para poder llegar a ellos tenes que darle una sonoridad que les sea familiar, si bien hay que respetar el sonido de las guitarras, las nuevas generaciones se acercan más a la electrónica. Cuando se agregan más instrumentos se usan para sonar más fuerte y no para hacer mejor música, para mí el folclore esta franca decadencia…

¿La digitalización de la música le suma o le resta al artista?

Yo creo que le suma, estoy abierto a la tecnología, creo que bien utilizada es bienvenida, con ella se pueden lograr sonoridades diferentes. Yo hice hace muy poco un trabajo de música melódica, para darme el gusto de rememorar mis tiempos de adolescente y los arreglos musicales los hizo un solo musico, recurriendo justamente a la digitalización, a los sonidos electrónicos o a veces instrumentos ampliados por ejemplo tener registrado el sonido de una batería de verdad, pero sacarla de un teclado. Si yo fuera a poner todos los músicos que sonaron en esa grabación, para mi económicamente sería imposible. Claro que me encantaría poder grabar con siete u ocho músicos de verdad, pero para mí es casi improbable…

 

Todo lo que sea tecnología, si se la utiliza desde la sensibilidad es decir que yo tome el sonido de un instrumento determinado, pero la creación del arreglo sea mía, simplemente utilizando la sonoridad, considero que es bienvenida y hay que estar abierto a todo eso. Lo que si no estoy de acuerdo es en adulterar, por ejemplo, a mí no me gusta que me corrijan la voz, por suerte yo afino bastante bien, pero a veces una notita te puede quedar más o menos ahí y hay formas de corregir y llevar esa nota a que quede perfectamente afinada, eso  desnaturaliza y le quita lo humano. Claro hay gente que desafina mucho, entonces necesita de ese sistema para poder sonar afinado en la grabación, pero ese ya es otro problema.

A mí me gusta mucho grabar casi como quien graba en vivo, sin metrónomos, que, si bien te permiten llevar un tiempo, pero la música no es una cosa rígida estricta, hay movimiento, es dinámica, entonces cuando se logra intentar algo demasiado puro y perfecto, se pierde lo humano que debe tener, por eso bien por la tecnología, pero si es utilizada en pos de la sensibilidad de quien crea.

 ¿Actualmente se puede decir que existe la música del interior y de la capital?

Creo que si, en Montevideo se dan una cantidad de artistas y músicos que hacen un tipo de música que por ahí en el interior no los escuchan, que además es una pena porque hay cosas realmente muy buenas que se hacen en la capital y no logran trascender en el resto del país. También tiene que ver con que no hay una difusión a nivel nacional de todo lo que se hace y el oído de la gente se va acostumbrando a lo que escucha habitualmente. Por ejemplo, Fernando Cabrera que es un musico exquisito, tiene un público determinado en Montevideo, pero lo tiene. En el interior no sé cuántos lo podrían escuchar, tal vez un pequeño grupo de esos que existen cada pueblo que tienen curiosidad en buscar otras músicas… así como te mencione a Fernando Cabrera podría haberlo hecho con otros tantos…

El interior es folclore que también está perdiendo trascendencia y está siendo suplantado por la cumbia, porque los propios folcloristas fueron los que trajeron esa situación. En los festivales hace muchos años la gente iba a escuchar a un artista cantar, tocar y apreciar lo que hacía, pasado el tiempo se empezó a apostar por el agite, por decirlo de alguna manera.

Yo no tengo nada en contra de que en un momento cantas una canción e invitas a la gente a hacer palmas y agitar un poco…  pero no puede pasar todo por ahí, a raíz de esto surgieron grupos y solistas que se dedican a la polca, entonces en los festivales es lo que suena y sirve para agitar, de esta manera se fue perdiendo ir a escuchar por el agite, al que últimamente se le agrego la cumbia, entonces los folcloristas se quejan porque no los llevan, pero ellos fueron los que transformaron los festivales en un bailongo. Y no tengo nada contra la música bailable, yo supe tocar en bailes en mi adolescencia. Por lo que creo que los festivales se deberían de dividir entre los que quieren ir a escuchar a músicos y los que prefieran ir a bailar la música que sea, cumbia, candombe polca, etc. Por eso claramente hay una música del interior y otra de Montevideo, si bien yo estoy bastante por fuera del ambiente, pero cuando me llega por alguna vía algo que hacen algunos músicos montevideanos, realmente hay cosas muy valiosas que en el interior jamás se escucharían…

¿Las problemáticas de tipo social te motivan a componer? 

En este momento no, yo nunca cante canciones tan directas, mis canciones siempre andaban por el lado de lo humanístico y hoy no me motiva tanto la problemática social para componer, si más que nunca lo humano, porque creo que en definitiva todo pasa por ahí. Los problemas sociales responden en definitiva a una cuestión humana, por eso, hoy en día estoy más abocado a mirar al ser humano y su comportamiento a través de la historia… Yo pienso que aún estamos en la Edad Media, no hemos evolucionado. La evolución que ha habido ha sido tecnológica, pero el ser humano sigue siendo exactamente el mismo, por lo tanto, me motiva más a componer una visión más humanística que social.

¿Existe una búsqueda constante en el artista para no perder vigencia o se prefiere ser fiel a un estilo?

Si, el problema es cuando los músicos predican una cosa, pero están jugados a mantenerse vigentes en la popularidad a cualquier costo, para poder seguir tocando y cantando. Pero realmente habría que ver por donde es que viene la vigencia si es el simple hecho de permanecer presente para el público que te sigue o si tienen que ver con la vigencia de la propuesta artística. Algo que pasa con el canto popular o folclore es que se le siguen cantando a las mismas cosas, las mismas reivindicaciones, que hoy suenan vacías totalmente. Por más que sigan siendo necesarias las reivindicaciones sociales. Pero para mí hoy el humano atraviesa una encrucijada mucho más trascendente. Llegando a entender que necesita una transformación espiritual, si se pudiera arribar a ese punto todo lo demás desaparecería. Porque si logramos evolucionar a un estado más avanzado de conciencia ese nuevo humano no aceptaría que hubiera injusticias sociales, de hecho, por añadidura no existirían, porque al transformarnos en hombres y mujeres de buena voluntad no podríamos concebir jamás que alguien viva en la indigencia o la injusticia… Por eso yo creo que la gran transformación hoy por hoy pasa por el ser humano. Entonces yo puedo decir sin falsas modestias y sin ningún tipo de ego que mi canto se mantiene vigente en cuanto a su concepción y lo que dice o pretende decir, sin embargo, como artista yo no estoy vigente, porque como te decía yo me aleje del sistema completamente porque cada uno acomoda su chacrita en la búsqueda de ser convocados por el Ministerio de Cultura o los organizadores de festivales, etc. Entonces creo que hay dos formas de mirar la vigencia, una es estar presente en el pueblo y la otra es que, aunque cantes para cinco, tu canto sea vigente con lo que transmite

¿Qué opinión tenes de la actualidad a nivel social?

Creo que estamos muy jodidos, nos hemos venido abajo culturalmente y eso también responde a políticas de Estado, porque aquí los que nunca se tocaron fueron los contenidos de la educación. Se preparan a los niños para que sean ciudadanos funcionales a un sistema con cero autocritica, cero capacidad de análisis o discernimiento, sin pensamiento propio. La gran transformación seria cambiar todos los contenidos, desde que comienzan en el jardín. Pero se transmiten los mismos valores de siempre sumado a la información que después no te sirve para nada, cuando lo que debería propender la educación es formar individuos para que sean felices y que desarrollen su capacidad, sí, pero no para simplemente funcionar como el sistema lo requiere, que es con un fin económico que es importante, pero con eso no logramos seres humanos felices, por algo uno ve que hay personas que están muy bien económicamente pero no están felices y eso es porque la felicidad va por otro lado, por más que tengas los mejores lujos si uno no está bien espiritualmente lo otro no sirve de nada y trae consigo la infelicidad. Cuando esto sucede, pero además existen problemas económicos, la infelicidad es mayor aún. No en vano la gente busca escaparse, hay mucho escapismo y evasión de la realidad a través de la droga y el alcohol, así como también del consumismo, ni que hablar de la evasión extrema que es el suicidio, que en Uruguay la tasa es muy alta. Cada uno trata de evadirse de una manera, porque en el fondo no se siente feliz en esta sociedad y sobre todo no se siente feliz con uno mismo y eso también tiene que ver con la búsqueda interior que no es fácil. Entonces la problemática social sigue siendo la misma porque el ser humano no se encuentra a sí mismo y si así mañana se lograra con un gobierno una mejor distribución de la riqueza y mayor justicia social, si no nos enfocamos en lo que somos, seres espirituales y emocionales no vamos a estar felices igual. El tener mayor poder económico o mayor estándar de vida no da felicidad, por supuesto que es necesario tener un techo, tener confort, tener la comida todos los días, la posibilidad de acceder a la salud, pero eso no alcanza, entonces la problemática social sigue respondiendo a un problema a nivel humano, a nuestros conflictos existenciales.

¿Quién o que le pone fin a la carrera de un artista?

La carrera del Artista transita por el camino de poder mostrar lo que hace. Si no existe un marco adecuado para que esto suceda, el artista puede ver dificultades para desarrollar su carrera. En el Uruguay bajo ningún gobierno ha existido un proyecto cultural real que los apoye, pero está la actitud, el hecho de sentirte artista y eso no se termina nunca, el que se siente artista lo sigue siendo hasta el último día de su vida, yo creo que puedo ser un ejemplo de eso. Si yo analizo mi carrera artística creo que ni siquiera la tengo, por todo lo que mencione anteriormente de estar “fuera del sistema” como yo he sido fiel a mi manera de pensar y mantener mi dignidad, yo no he tranzado con ningún partido político a pesar de poder haberlo hecho para estar más presente a la hora de ser convocado por direcciones de cultura. Entonces si pensamos que es lo que hace que pueda terminar la carrera de un artista, en mi caso se podría decir que el sistema ha hecho mucho para terminar con mi carrera porque no se me abren puertas que perfectamente podrían estar abiertas, sin necesidad de que yo tenga que pasarle la mano por la espalda a nadie o hacerme de tal o cual partido, cosa que trae muchos beneficios y lo sabemos. Pero mi condición de artista no me la coarta el sistema, yo sigo siendo artista y canto donde se me dan las posibilidades. Canto mucho en mi casa y lo disfruto y me sigo sintiendo artista y vivo como tal, es más, poco me preocupa estar arriba de un escenario o en un teatro, me atrae mucho cantar en plazas o peatonales, creo que es donde más disfruto porque me siento libre, canto para el que se arrime y el que no, seguirá su camino, pero yo sé que estoy siendo artista en ese momento, si me valoran uno, dos o tres mejor, pero tampoco necesito que alguien valore lo que yo hago, por supuesto que lo agradezco y son caricias al alma cuando viene un elogio por lo que haces, pero yo soy consciente sobre todas las cosas de lo que yo hago, sé, si a veces le emboco y hago algo bueno, como a veces sé que le erro y el resultado no es tan bueno… pero en realidad es tan simple como entender que la carrera va por un lado y el ser artista, va por otro, se puede seguir siendo artista, teniendo una carrera frustrada dentro de lo que se considera el mercado…


 

 

 

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