lunes, 24 de febrero de 2014

EL ADIOS A UN GRANDE


En el día de hoy como ya es de público conocimiento hemos tenido que lamentar el fallecimiento de Carlos Páez Vilaró, sin dudas es de esas personas que difícilmente se puedan remplazar en una sociedad como la nuestra, un hombre que tuvo que vivir en carne propia la desaparición de un hijo tras el accidente de los andes, pero que de ninguna manera se dio por vencido y lo continuo buscando hasta que le dieran sus fuerzas manteniendo la promesa al resto de sus hijos, que el mismo les traería a su hermano de vuelta.

Forma parte de esa generación de artistas uruguayos que marcaron la historia de nuestro país a nivel cultural, como ha pasado con muchos músicos y escritores que ya nos han dejado físicamente pero que sus obras perduran en el tiempo y serán vistas y escuchadas por las generaciones que vendrán.

Parece mentira pero muchas veces los jóvenes nos quejamos de las actividades y nos sentimos cansados por la vida que llevamos y no nos damos cuenta como una persona de  noventa años como Páez Vilaró puede seguir adelante pintando y muy vinculado a sus actividades como fue el desfile de las llamadas cargando un tambor piano que tiene un peso bastante importante muy lúcido y feliz de la vida ya que en esta oportunidad Cuareim 1080 se llevó el primer premio de las llamadas.

No cabe duda que cada ser humano es único, pero para que aparezca alguien de características similares a Carlos Páez Vilaró pasaran muchos años en la historia de nuestro país.

Gabriel Cortazzo

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