Es periodista y escritor, Ha formado parte de medios de comunicación de
relevancia tanto a nivel televisivo en programas como Código País y en la
coordinación del noticiero Telemundo 12, o dentro del periodismo escrito donde
tuvo la posibilidad de integrar grupos fundacionales de diferentes diarios, así
como también ha sabido tener un vasto recorrido por distintas radios del
Uruguay.
En
esta oportunidad paso por Periodismo en tus Manos Antonio Ladra.
Es
innegable que para distintos medios de comunicación la llegada de la
inteligencia artificial puede ser de gran utilidad, si se utiliza con un buen
fin, a pesar de ser bastante resistida, por aquellos que forman parte de la
“vieja escuela” en cuanto a las “formas tradicionales” de comunicar. En esta
oportunidad y tras proponerle a Antonio Ladra realizarle una entrevista, tuvo
la genial idea de poder contrastar sus respuestas con las de ChatGPT, que es un
prototipo de chatbot de inteligencia artificial que está muy de moda, en una
especia de experimento que nos puede llegar a demostrar cuan cerca o lejos se
encuentra el humano de la maquina a la hora de comparar un razonamiento frente
al otro
¿Crees
que existe una mayor demostración de ideologías dentro del periodismo en la
actualidad que en tiempos pasados?
RESPUESTA
DE CHATGPT: Sí, es posible que haya una mayor demostración de ideologías en el
periodismo actual en comparación con tiempos pasados. Esto puede deberse a una
serie de factores, como la fragmentación y la polarización de la sociedad, la
disminución de la influencia de los medios tradicionales, y el aumento de la
presencia de medios alternativos y fuentes de información en línea. En este
contexto, los periodistas y los medios pueden ser más propensos a tomar
posiciones más claras y a enfocarse en una audiencia específica con intereses y
opiniones similares. Sin embargo, es importante señalar que también existen
muchos periodistas y medios que siguen abogando por la objetividad y la
imparcialidad, y que trabajan para ofrecer información precisa y veraz a todos
los públicos.
AL:
No creo que haya una mayor exposición de las ideologías en los medios de
comunicación. Lo que ha ocurrido es que ha cambiado el medio ambiente en que se
mueve la sociedad y los medios. La aparición de las redes sociales y su
influencia han hecho lo suyo. El diario El Día fue fundado por José Batlle y
Ordoñez y de ahí su prédica a favor del partido Colorado y en contra del clero,
por ejemplo. El diario El Popular fue un diario fundado por el partido
Comunista y el diario El País por notorios ciudadanos blancos. Nunca ocultaron
su posicionamiento ideológico. A fines de la dictadura surgieron muchos medios de
oposición al régimen, pero no podían adjudicarse una orientación política
porque estaba vedada la actividad político-partidaria, pero se sabía que Opinar
estaba vinculado al partido Colorado, que la Democracia al partido Nacional, más
específicamente al wilsonismo que era la mayoría entonces o que Aquí u Opción
eran afines al Partido Demócrata Cristiano. El semanario Convicción tenía
vínculos con organizaciones sindicales o la revista La Plaza era abiertamente antidictatorial,
dirigida por Felisberto Carámbula del partido Colorado y donde actuaban sus
hijos Marcos y Gonzalo Carámbula, vinculados a la izquierda. No tenía vinculación
partidaria específica, pero allí se les daba cabida a columnistas de todas las
posturas ideológicas.
Al
contrario de lo que dice el CHATGPT no creo en la objetividad; esta no existe.
Lo que hay son puntos de vista. Un ejemplo que habitualmente ponía cuando daba
clases de periodismo era: supongamos que en 18 de Julio y Río Negro hay un
accidente entre dos autos. ¿Ve lo mismo quien está parado sobre la acera sur de
18 de Julio, que el que está sobre la acera oeste de Río Negro? No, ¿verdad? Lo
único objetivo es el accidente, porque allí quedan los restos de los dos autos,
después cada uno tiene un punto de vista diferente para relatar el accidente.
Por eso es importante tener todas las campanas de un hecho. Relevar un hecho
con tres fuentes para acercarse a la verdad, que es lo que busca el periodismo.
¿Cuál
crees que es la receta para comunicar o informar sin incidir en la manera de
pensar en quien recibe el mensaje? O ¿se podría decir que este no es el
cometido de los medios de comunicación?
RESPUESTA
DE CHATGPT: Es difícil decir que existe una única receta para comunicar o
informar sin influir en la opinión de quien recibe el mensaje. Sin embargo,
algunas prácticas que pueden ayudar a reducir la influencia incluyen:
Ser
objetivo y evitar tomar partido.
Verificar
y contrastar información antes de publicarla.
Presentar
diferentes perspectivas y puntos de vista sobre un tema.
Ser
transparente sobre la fuente de información y su potencial sesgo.
Es
importante tener en cuenta que, en cierto grado, siempre habrá una cierta
influencia en la forma en que la información es presentada y recibida. El
objetivo debería ser minimizar esta influencia y proporcionar información precisa
y equilibrada para permitir a los receptores del mensaje formar su propia
opinión.
En
cuanto al cometido de los medios de comunicación, es importante tener en cuenta
que puede variar dependiendo del medio en cuestión. Algunos medios pueden tener
como objetivo principal informar sin influir en la opinión de los receptores,
mientras que otros pueden tener una agenda más clara y ser más tendenciosos en
su enfoque.
AL:
De verdad, ¿debemos buscar una receta para no influir? Siempre se va a influir
en el receptor, es imposible que eso no ocurra. Lo que no debemos hacer es
mentir a sabiendas, errores podemos cometer todos, pero la verdad es nuestro
norte como periodista.
Teniendo
en cuenta que necesariamente se va a influir en el receptor ¿crees que el
comunicador tiene el poder de transformar la mirada sobre la realidad de la
gente? Efectuando este acto totalmente a conciencia ¿o este tipo de agendas las
marcan los medios de comunicación?
AL:
Cuando digo que siempre va a influir en el lector/espectador/ciudadano, no
quiero decir que este vaya a decidir o a actuar en función de lo que les dice,
ya sea el periodista o el medio.
Un
ejemplo claro: en 1980, en plena dictadura, los militares llamaron a un
plebiscito para institucionalizar su presencia en la vida política nacional.
Había una férrea censura. Casi no había medios opositores, salvo contadas
excepciones como el semanario Opinar, la revista La Plaza, algunos editoriales
con firma en el diario El Día, la prédica de Germán Araújo en CX 30 La Radio y
unos pocos actos, en locales cerrados, varios de los cuales terminaron con los
oradores presos o proscritos y los asistentes reprimidos violentamente.
Hubo
un recordado debate en canal 4 entre dos defensores del NO a la reforma y dos
del SI que era la opción que impulsaba la dictadura.
La
publicidad en la radio y TV era exclusivamente a favor del SI.
Sin
embargo, ganó el NO.
¿Te
sentís más cómodo a través del periodismo y la comunicación tradicional o
dentro del mundo de la escritura?
En
mi caso una cosa es casi una continuación de la otra, un apéndice. Me formé en
el mundo del periodismo escrito. He incursionado en la radio y la televisión,
pero el periodismo escrito es donde me siento más cómodo y escribir un libro de
investigación sobre un tema, el narcotráfico en Uruguay, como he hecho yo, ha
sido una expansión orgánica de mi trabajo periodístico.
¿Crees
que a través de los diferentes medios sabemos todo lo que pasa o ellos marcan
la agenda de lo que necesitamos saber?
RESPUESTA
DE CHATGPT: Los medios de comunicación tienen un papel importante en la
formación de la opinión pública y en la determinación de lo que se considera
"noticiable" o digno de ser informado. Sin embargo, no es posible
afirmar que a través de ellos sepamos todo lo que sucede. La selección de los
temas a cubrir, la forma en que se presentan y la cantidad de información
proporcionada pueden estar influenciados por una serie de factores, incluyendo
la agenda política, las relaciones publicitarias y los intereses empresariales.
Por lo tanto, es importante tener una fuente diversa de información y hacer un
esfuerzo consciente por obtener una visión completa y precisa de los
acontecimientos.
AL:
Aquí estoy de acuerdo con lo que dice la INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
¿Cuál
es en tu caso el proceso para que pueda ver la luz el proyecto de un libro?
Una vez definido el tema a llevar al libro,
debo investigar más allá de lo que incluso hice para una nota periodística. La
extensión me permite ser más preciso y por supuesto contextualizar de mejor
manera el tema. Después hay que convencer a los editores, pero ese es otro
trabajo más complicado, porque ellos deben ver en lo que se les presenta un
interés mayor, para un público diferente y quizás más amplio.
¿Qué
importancia crees que la gente le da en la actualidad a la política?
RESPUESTA
DE CHATGPT: La importancia que la gente le da a la política varía ampliamente y
está influenciada por muchos factores, como la ubicación geográfica, la edad,
la educación y la experiencia personal. En general, creo que en la actualidad
la política sigue siendo un tema importante para muchas personas, ya que afecta
su vida cotidiana de diversas maneras y es un medio para lograr cambios significativos
en la sociedad. Sin embargo, también hay un segmento de la población que se
siente desencantado o desengañado por la política, y por lo tanto le da una
importancia menor.
AL:
La política influye en nuestras vidas y entiendo que la gente le da importancia,
aunque no tanto como creemos tanto los periodistas como los actores políticos. Está
claro que conforme nos acercamos, por ejemplo, a las elecciones, el tema cobra volumen,
pero en general son asuntos que muchas veces la gente los ve ajemos. Llaman la
atención sí los casos de corrupción que puedan surgir, pero no los aspectos
referidos a la gestión de la política en sí. Uruguay de todos modos es un país
de los más politizados del continente, con un sistema político más o menos robusto.
¿Hacia
dónde crees que van los cambios dentro de las nuevas generaciones que forman
parte de los medios?
RESPUESTA
DE CHATGPT: Las tendencias actuales sugieren que las nuevas generaciones están
demandando una mayor personalización, accesibilidad y conectividad en sus
medios y tecnologías. Esto se refleja en un aumento en el uso de aplicaciones y
plataformas en línea, así como en una mayor interacción con los contenidos a
través de dispositivos móviles. Además, también hay una creciente demanda de
contenido generado por usuarios y una mayor diversidad de voces y perspectivas
en los medios.
AL:
Si hablamos de quienes forman parte de las nuevas generaciones que trabajan en
los medios, advierto en algunos casos una actitud de buscar todo en las redes y
no en la vida misma. No se hace periodismo de investigación googleando o
acudiendo como ahora a la Inteligencia Artificial, sino preguntando, caminando,
observando lo que pasa en la calle. Para acercarnos a la gente debemos estar
con la gente.
¿Crees
que el hecho de utilizar herramientas como Google o redes sociales en forma
casi que exclusiva al servicio del Periodismo banaliza al oficio?
AL:
Google y las redes sociales son herramientas válidas, pero no deben ser las
exclusivas, únicas para hacer periodismo.
Yo
no diría banalizando el periodismo diría más bien rebajando la calidad y el
contenido si solo se usa Google y las redes sociales.
Está
claro que con la llegada de internet cambió el paradigma del periodismo. Ahora
se accede a la información al instante, las 24 horas del día todo el año. Esta
inmediatez hace que se esté buscando clics y a veces no se contrasta la
información como se debe. Lo que ha llevado a que falten historias, crónicas a
fondo, el contar la otra cara de…
En
los informativos de televisión se abusa de los bustos parlantes, el
declaracionismo: esto es un señor que habla de lo que se le requiere y yo
prefiero investigar por mi cuenta y sacar mis propias conclusiones, presentar
mis dudas al lector o al televidente antes de que sea alguien involucrado y con
claro interés que me lo cuente.
¿Cuánto
tiempo crees que le queda de vida a la televisión y la radio tal como las
conocimos en la década de los 90? Entendiendo que aun en Uruguay se sigue
utilizando ese modelo que en otras partes está quedando obsoleto
RESPUESTA
DE CHATGPT: Es difícil decir con certeza cuánto tiempo queda para que la
televisión y la radio tradicional desaparezcan, pero es indudable que están
evolucionando con el tiempo. La popularidad de las plataformas de streaming y
la creciente demanda de contenido en línea están cambiando la forma en que las
personas consumen medios. Aun así, la televisión y la radio siguen siendo
relevantes y siguen siendo una parte importante de la cultura y la sociedad,
por lo que probablemente no desaparecerán completamente. En su lugar, es
probable que evolucionen y se adapten a los cambios en la tecnología y los
hábitos de consumo de los medios.
AL:
De acuerdo con la INTELIGENCIA ARTIFICIAL, pero agregaría que la partida de defunción
de la radio y la TV se dio muchas veces y ahí siguen. Es responsabilidad de los
trabajadores, pero más que nada de los empresarios (aunque no soy tan optimista
porque ellos quieren hacer dinero, solamente) de los medios aggiornarlos darles
herramientas a los periodistas, pero también hay responsabilidades en los
estados que deben velar por la sustentabilidad de los medios y la heterogeneidad
de estos, evitando concentraciones en pocas manos porque afecta la diversidad.
Fortalecer los medios públicos es un debe de nuestros gobernantes que no han
entendido que significa medios públicos; en general creen que son sus medios.
¿Qué
opinión tenés de los noticieros de televisión abierta en la actualidad?
Mala,
no hay noticias son meros levantadores de noticias de otros medios u otros
programas con los que se retroalimentan. Son largos, pesados, reiterativos. El
90 por ciento de lo que se ve en el informativo que empieza a las 19 horas y
termina a las 21 es viejo. Ya lo leí en los portales, en las redes o son
noticias de otros medios en general escritos, que son reproducidos con una
plancha de imágenes. Lo único nuevo que veo en los noticieros de televisión que
está ocurriendo es ese 10 por ciento y poco más. Pregunto a los lectores: ¿qué
investigación periodística que se haya emitido en los noticieros se recuerdan?
Pocas, muy pocas.
¿Qué
opinión tenés de la actualidad a nivel social?
En
Argentina se le llama “la grieta”. Es una expresión que fue acuñada para
definir la división social, pero sobre todo política, que generaron los 12 años
de kirchnerismo. Aquí, en Uruguay, hablamos y observamos lo que ocurre en la
política y en la sociedad argentina con el lente de la distancia, de lo ajeno.
Presumimos
que somos diferentes, más civilizados pero muchos uruguayos, los que se ven
enfrentados a la inseguridad que hoy se vive en el país no pueden hablar de ser
diferente. La grieta uruguaya es social. Por ejemplo, una vez fui a un
asentamiento en Carrasco Norte, sobre la calle Acosta y Lara.
“La
mayoría de los vecinos piensan que, por el hecho de vivir acá, los de allá nos
miran mal. No es así, en realidad” y agregó “lo mismo que los vecinos de acá
miramos mal a los de allá”, me dijo una vecina.
Los
vecinos de acá y de allá. Físicamente es una calle lo que los separa. Los de
acá son los pobres, los pichis, los de allá son los ricos, los chetos.
Esto
pasa en Montevideo, a 30 minutos de la Torre Ejecutiva, la sede del gobierno y
más o menos a la misma distancia del Palacio Legislativo, la sede del Parlamento,
donde están los representantes elegidos por el pueblo.
Y
esto, que se vive en la vida real, se multiplica en las redes sociales donde
todos podemos escribir lo que queremos, sin freno alguno. Hay un tironeo por los
muertos durante los pasados gobiernos del Frente Amplio y lo que pasa ahora.
La
gente está preocupada por la inseguridad, lo dicen las encuestas, lo dice la
calle, pero el sistema político opta por hablar de otra cosa. Optó por
adjudicar intencionalidad a diestra siniestra.
El
sistema político, de espaldas a la realidad lo que hace es forjar esa grieta la
que divide a los uruguayos con trazo grueso, entre supuestos buenos y presuntos
malos, entre compañeros y golpistas. Es la grieta uruguaya para parecernos a Argentina.
Si
se dice que se está de acuerdo con el presidente Luis Lacalle Pou se es tildado
de facho, pero si se cuestiona al gobierno por ejemplo el caso Astesiano o el
caso Marset se lo tilda de zurdo-comunista, o foca frenteamplista.
En
definitiva, los frenteamplistas y los multicolores hoy distanciados, se
volverán a hablar.
Pero
la grieta social, la de los de allá y los de acá como ocurre en Carrasco Norte persiste
y se profundiza.