ARGENTINA + FMI = LOS DADOS ESTAN ECHADOS

El vertiginoso mundo de la economía mundial, parece haber dado un giro bastante desfavorable a la economía del vecino país, hecho al que no podemos hacer oídos sordos.

Hace un buen tiempo que desde Uruguay ojeamos hacia Argentina tratando de entender los giros constantes que tiene su economía, que van desde un triunfalismo exacerbado, hasta un fracaso sin precedentes, en estos últimos días la novedad ha sido la suba incontrolada del Dólar y la necesidad de Mauricio Macri de tener que llamar al Fondo Monetario Internacional, en busca de un salvataje económico que obviamente los hundirá más a nivel de deuda, pero que según el intentara apalear la situación. 

Sin dudas que esta situación de una forma u otra repercute en el Uruguay un pequeño país dependiente de las economías de los gigantes que los rodean, este tipo de decisiones que generan incertidumbre en la población la trasladan a la economía, en forma de recesión ya que nadie va a querer gastar debido al miedo que existe por endeudarse, eso va a generar que haya menos plata en circulación y por lo tanto al haber menos dinero va a subir el valor de la divisa.

Uruguay quien depende a nivel turístico en gran parte de los argentinos ya se empieza a plantear la problemática de la falta de dinero y de los costos elevados que empezaría a representar para ellos poder venir a vacacionar en nuestro país, por lo que empieza a buscar formas de lograr atraer a los turistas demostrándoles que Uruguay es accesible para su bolsillo.

Esto que empezamos a ver es nada más que la punta del iceberg, a partir de esta situación vendrán otras a las que tenemos que estar muy atentos, ya que las decisiones de ellos repercuten directamente en nuestra economía y el tiempo de recuperación para nosotros es mucho más lento por el nivel de dependencia que tenemos con las potencias del entorno, sus malas decisiones y su mal accionar terminan por afectarnos a nivel de exportaciones y hasta en muchos casos subiendo el valor de las importaciones o generando faltas en productos de consumo habitual. Por eso a partir de este momento los dados están echados y cualquier cosa puede pasar.

 

LA PELOTA Y EL OLVIDO DE LAS REALIDADES

Sería muy difícil poder entender a la sociedad uruguaya sin la existencia del futbol, el deporte que despierta pasión de multitudes, sin duda a más de uno lo saca de la realidad por la que atravesamos cada vez que empieza a rodar la pelota.

Ha terminado un nuevo Torneo Apertura del futbol uruguayo en el cual, se llegó a la última fecha sin saber  quién sería el ganador, lo que le dio sin dudas un toque especial a los partidos disputados, además de tener por la puja del título a dos equipos de renombre de nuestro futbol como lo son Nacional y Peñarol.

Esto no busca ser una columna deportiva, ni mucho menos, sino intentar llevarnos a la simple observación de cómo por un rato miles de uruguayos abandonaron sus problemas, preocupaciones y demás asuntos para estar pendientes de que podía llegar a pasar con el cuadro de sus amores, vivimos en una sociedad en la que el futbol forma parte de la vida cotidiana de todos, sin importar si lo consuman o no.

Muchas veces todos tenemos esa necesidad de evadirnos por un rato de la realidad haciendo cualquier tipo de actividad que nos saque de la rutina, pero con el futbol pasa algo muy particular ya que genera pasiones que muchas veces, lamentablemente  derivan en violencia por lo intenso del sentir, hemos asistido en los últimos tiempos a hechos totalmente lamentables y repudiables por parte de diferentes hinchadas y de distintos clubes sin ponerles el mote de “grandes” o “chicos” lo que sin duda aleja a una gran porción de la gente que antes lo consumía cada vez más lejos y fuera de esto ya que no es lo esperable ante un simple juego en el que se gana o se pierde nada más.

De cualquier forma lo vivido con la definición de este torneo, nos genera una especie de antesala de lo que viviremos con la participación de Uruguay en el Mundial de Rusia 2018 en donde sin duda se paralizara el país durante dos horas con cada participación de la celeste y obviamente será el tema de conversación de la jornada de cualquier trabajo, centro de estudio, en la calle etc. Es innegable que para nosotros el futbol forma parte de nuestra vida y en este año particularmente aún más.

STARBUCKS Y LOS ESPEJOS DE COLORES

Desde hace unas semanas, una de las principales cadenas mundiales dedicadas a la cafetería llego a Montevideo, para de alguna forma integrarnos al mundo, o una vez más demostrar, como nos conquistan los de afuera.

Sin dudas que negocios de este tipo ya existe en nuestro país desde hace años, empresas multinacionales, que se instalan en Uruguay trayendo para el consumidor todo aquello que se veía por la televisión y que ahora uno lo puede disfrutar  en un simple paseo por un centro comercial, quizás lo llamativo, es la desesperación que ha demostrado el consumidor uruguayo por llegar a vivir esta experiencia, haciéndolo a través de largas colas, en una especie de apocalipsis cafetero.

De a poco nos vamos transformando en aquello que veíamos en otros países, sobre la desesperación por el consumo y que nos decíamos “acá nunca va a ser así”, pues no, las veces que han llegado artistas de renombre a nivel mundial, las entradas se han agotado en minutos, cada apertura de un local nuevo de comida rápida genera en el público joven aquello de que “hay que ir” o “hay que estar” por el simple hecho de poder decir “yo pase por ahí”.

Lo real es que este tipo de empresas empiezan a encontrar al Uruguay como un mercado favorable para su instalación y su desarrollo comercial dentro de nuestro territorio, si bien es algo favorable en cuanto a la generación de fuentes de empleo y una reactivación de la economía, deja a las claras que nos siguen vendiendo espejos de colores ya que lugares para consumir café hubieron siempre, para nadie nunca hizo una cuadra de cola para poder tomar uno.

Claro está que los tiempos pasan, la globalización es un hecho, y no podemos ser esquivos a las nuevas modas de consumo, quizás lo raro sea, como una situación de este tipo se transforma en un fenómeno social que mueve a las masas en la búsqueda de la generación de una experiencia anteriormente vista por la televisión en otros países y que logra simplemente satisfacer el ansia y la necesidad de probarlo sin importar la cantidad de tiempo que se tenga que esperar en una larga fila para poder acceder a un producto, que sin disminuirlo deberíamos de entender de que si llega tan masificado, ya perdió la exclusividad.