Es el líder de una
de las bandas históricas del rock de nuestro país. En lo personal considero que
es una de las máximas figuras del arte del Uruguay. Lleva junto a la Tabaré
treinta años arriba de los escenarios, los celebraran con un gran show en el
Teatro de Verano el próximo 14 de noviembre, pero antes Tabaré Rivero paso por
Periodismo en tus Manos.
¿Qué lugar ocupa en
tu vida hoy La Tabaré?
Siempre
ocupó un papel muy importantísimo. Quizá sea mi ocupación y preocupación
principal (extra familiar, claro), ya que me lleva muchas horas diarias el
organizar, componer, decidir, compartir, ensayar, etc. Además es lo que más me
gusta y por eso le dedico tanto tiempo.
¿Cómo coexisten el
yoga y el rock en tu vida?
El
Yoga es una disciplina que practiqué durante mucho tiempo y a la que le tengo
mucho respeto. Hoy por hoy no la
practico (justamente porque soy un tipo muy poco disciplinado), pero sí le
dedico mi tiempito a la Meditación. Para aclarar mis ideas, para tomar
conciencia del ‘ahora’…
¿Qué opinas de la actualidad de la música uruguaya?
Alguna es muy
interesante y otra todo lo contrario. No tengo una visión global de cómo anda la música uruguaya. Me
consta sí, que hay muchos creadores muy interesantes y otros que repiten
siempre los mismos esquemas… pero eso pasa en todos lados y en todos los
estilos.
¿Qué opinión te
merece la expansión internacional del Rock uruguayo?
Está
my bien que un músico intente llegar cada vez a más público. Es una inquietud
muy lógica y positiva, siempre y cuando sea para comunicar, para llegar a otras
sensibilidades y no para ganar más dinero.
¿Cómo ves la situación económica y social por la que
atravesamos actualmente?
Se
acabó el tiempo del ‘mejor presidente del mundo’. Todo hace pensar que estamos
atravesando un momento de cambio difícil.
Sin lugar a dudas la política de izquierda siempre será mejor que la de los partidos tradicionales,
pero aun así habrá que tener cuidado. Los burócratas que intentan hacer carrera
política siempre están a la orden del día, acechando para entorpecer, ascender,
aprovechar… Para que este país no caiga
en el futuro en manos de hijos de
oligarcas o de dictadores, habrá que
estar muy atentos y no cometer errores autoritarios, como reprimir huelguistas (y
menos por la fuerza), o sacar a relucir penosas leyes que en nada ayudan al
diálogo y el crecimiento de la verdadera libertad, que es la libertad
individual.
¿Cómo vivís el
interés de tus hijos por la música?
Despreocupadamente. Trato de conversar con
ellos acerca de lo que es música hecha desde el alma y la hecha desde la
billetera. Eso es todo. Para mí no existe la música buena o mala. Hay grandes
músicos instrumentistas que hacen música muy lamentable y hay gurises que con
tres acordes, te vuelan la cabeza con su creatividad y su furia juvenil,
cantando (aunque a veces algo desafinados, no importa) todas sus verdades y sentires…
Mis
hijos escuchan lo que ellos quieren sin que yo les diga qué, ellos eligen y lo
hacen bien, quizá porque tienen una sensibilidad muy abierta…
¿Es más fácil
componer en tiempos de turbulencias sociales, que en la actualidad?
Siempre
estamos en tiempos de turbulencias sociales. La sociedad es un gran monstruo
devorador. Sí, hay muchos menos turbulencias que en otras épocas, no
cabe duda que en dictadura o en épocas de gobiernos donde había mucha hambruna,
el enemigo era más identificable y era más fácil dedicarle una canción. Ahora
el enemigo somos todos y eso requiere de un
poco más de atención a la hora de
ponerse a componer. Pero la turbulencia está y el ser humano no logra su
plenitud y eso siempre inspira para ser
cantado. Pero también inspira el placer, el regocijo… no solo de bronca vive el
hombre…
¿Cómo llega Lucia
Ferreira a la Tabaré?
Enzo,
el trombonista de La Tabaré, la había
oído cantar y ya me había hablado muy bien de ella, tiempo antes de que entrara
a la banda. Por otro lado, todos
queríamos tener por primera vez una cantante que no fuera actriz y que si fuera
‘profesional’ del canto. Era un cambio necesario. Siempre las cantantes de la
banda habían sido actrices (algunas muy, muy buenas, otras un poco menos…), pero ahora necesitábamos una que
fuera pura y exclusivamente cantante. Y Lucía entró y explotó con su voz y desde el primer
momento ni lo dudamos. Sí, ella ya conocía muy bien a La Tabaré, desde su
adolescencia y calzó perfecto con nosotros a pesar de su edad…
¿Hacia dónde han
evolucionado las letras de la Tabaré en el transcurso de estos treinta años?
No
sé si han evolucionado. Uno va pasando el tiempo y con el tiempo las
experiencias son otras y la música escuchada y los libros leídos y las
experiencias vividas son otras y muchas y supongo que eso hace que, si bien el
mensaje libertario es muy parecido, la forma de expresarlo puede ser otra… supongo que los textos han evolucionado
con los cambios socio políticos que han
afectado nuestro entorno. Somos todos muy conscientes de que es una banda que escribe,
toca y canta desde lo que pasa a nuestro
cercano alrededor.
¿Cuál es tu canción
favorita si es que la tenes de la Tabaré?
No,
es muy difícil elegir una. No hay solo una. En estos trece discos que sacamos, habrá solo un pequeño puñadito
de canciones que no me gustan tanto. La gran mayoría me siguen gustando mucho.
Podrían haber sido mejor grabadas, mejor tocadas o cantadas, pero las canciones
en sí, me gustan mucho casi todas.
¿Cómo se viven los
treinta años de La Tabaré?
Con
gran alegría. Primero porque volví a encontrar músicos (y otros varios que
trabajan con nosotros sin ser músicos), que además de muy buenos
instrumentistas, los puedo considerar amigos. Eso no es poca cosa para mí, es
más, creo que es el punto fundamental para que yo pueda hacer esto con
verdadero placer. Para no sentirme un solista (cosa que nunca me interesó) y sí
tener una banda cooperativa, donde todos
cobramos, opinamos e interactuamos por igual. No son unos tipos que están ahí
porque les pago un sueldo, sino porque se ponen la camiseta de lo que cantamos
y tocamos y pensamos. Y porque de pronto tomo conciencia además, de que tuve la
suerte de pasarme más de la mitad de mi vida cantando, gritando mis pensamientos
y diciendo ‘no’, a todo lo que me pareció hipócrita.
Los
músicos son: Lucía Ferreira, Leo Lacava, Martín García Herrera, Enzo Spadoni,
Chelo Lacava y Sebastian Gagliardi. Y como siempre, está con nosotros eternamente invitada, Alejandra
Wolff.
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