sábado, 21 de noviembre de 2020

LA ENFERMEDAD DE LOS RICOS QUE AFECTA A LOS POBRES


Desde los comienzos y al menos en Uruguay la llegada del Coronavirus se produjo a través de personas de clase social media alta que a través de viajes y diferentes traslados importaron el virus a nuestro país, pasado el tiempo y con el avance de la pandemia hoy en día, en realidad, ellos no son los más afectados.

Quizás el 2020 haya sido uno de los años más castigado por la falta de empleo en la población y la dificultad para poder generar una estabilidad a raíz de todo lo ocurrido con la llegada del Coronavirus al Uruguay, lo cierto que como siempre pasa y sucedido a lo largo de toda la historia, la porción de la población que termina pagando los platos rotos siempre es la más débil.

Hoy en día la pobreza y el desempleo han aumentado como consecuencia de una enfermedad importada que va generando estragos en las clases sociales más bajas, donde la sostenibilidad es en el día a día y este día a día es una incertidumbre. Ya han pasado ocho meses desde la llegada del primer caso a Uruguay y los números de personas en el seguro de desempleo se mantienen en números escandalosos, obviamente quienes tienen cierta espalda económicamente hablando han podido sostenerse sin mayor problema y podrán hacer que pase la ola, pero existe una gran cantidad de familias que están atravesando momentos realmente muy complicados de los cuales aún no se ve una salida en el horizonte ya que la variabilidad en el aumento de casos hace empezar a pensar que la recesión económica será la moneda corriente de los próximos meses.

Quizás el problema a futro más importante que tenemos como país es poder reinsertar en el sistema económico a todas las personas que en estos meses han ido quedando por el camino, para que al menos la situación se vuelva a estabilizar, teniendo en cuenta que los aportes que cada trabajador hace al Estado son la herramienta fundamental para poder ayudar a los que menos tienen en momentos difíciles como los que atravesamos actualmente.


 

sábado, 14 de noviembre de 2020

LA FALTA DE EMPATIA DE LOS JOVENES CON LA PANDEMIA


Desde que comenzaron todas las medidas relacionadas al Coronavirus, ha existido cierta resistencia por parte de los más jóvenes a plegarse a determinados mecanismos de control de esta enfermedad, hecho que por estos momentos si bien no es la razón principal quizás empieza a ser determinante en el aumento de casos.

Si hay momentos de la vida en donde a los humanos nos cuesta acatar las reglas es en la adolescencia y la juventud,  lo cierto es que en esta nueva etapa que estamos atravesando, se han encontrado con una serie de reglas y recomendaciones difíciles de entender para los jóvenes por lo compleja de la situación, por lo que en su mayoría han optado por restarle importancia, en el entendido de que si supieran tener la enfermedad no les afectaría mucho a su salud y la podrían sortear sin problemas.

En este punto surgen dos inconvenientes, el primero es que podrían ser vectores de contagio para personas de su entorno mayores de edad o con alguna afección, hecho que podría llegar a comprometer la vida de sus seres queridos, y el segundo es que al transitar sin ningún tipo de cuidados y seguir participando de encuentros clandestinos, ellos mismos empiezan a ser un foco de expansión de la enfermedad en caso de poseerla.

Lentamente las cifras de contagios de Coronavirus en Uruguay están subiendo, a un ritmo que no es escandaloso pero si constante, la concientización, por parte de todas aquellas personas que pueden generar un contagio masivo, por la falta de cuidados, entre los que se encuentra el uso de tapabocas, o el hecho de compartir, cualquier tipo de bebidas por ejemplo con personas que no se saben si están contagiadas o no, son factores, que pueden estar generando un claro incremento en los casos actuales y es simplemente por la falta de cuidados preventivos.


 

sábado, 7 de noviembre de 2020

LA ERA DE LOS POBRES DE IPHONE

 La modernidad y la masificación de la tecnología sin dudas han marcado un cambio de paradigma en los tiempos que atravesamos, convirtiendo aquello que nos parecía inalcanzable en productos de consumo habituales, con gran accesibilidad en la forma de pago que permite a los que menos tienen hipotecar su futuro en pos del consumo.

La globalización sin duda trajo consigo la opción de poder aumentar el poder de consumo en los diferentes países y con esto llego la posibilidad  de acceso a distintos bienes, que quizás en otra época eran catalogados como de lujo y hoy son habituales en nuestra vida, basta con mirar la cantidad de artículos electrónicos que puede haber en una casa y no necesariamente tiene que ser, porque quien los obtuvo posee mucho dinero, sino por la simple disposición de acceder a todo lo que queremos con facilidades de pago y la creación de un endeudamiento constante que nos hace girar en una eterna calesita de pagos mes a mes.

Hasta las marcas más sofisticadas y elitistas, encontraron en esta opción la manera de masificarse, haciéndole llegar a todo el mundo sus productos, sin importar clase social o poder adquisitivo de esa persona, basta con quererlo, saber cuál es la forma de endeudamiento más adecuada a la necesidad del comprador y listo, con el paso de los años la manera de ver la adquisición de una deuda como algo complejo fue pasando de moda y hoy es lo más habitual en todos, aquella responsabilidad que sentían nuestros abuelos a la hora de sentirse deudores con alguien, se cambió por el pago del estado de cuenta de la tarjeta de crédito re financiado en pagos para poder además de comprar un celular comer, actividad que ante la posibilidad de consumir un bien que nos deje mejor parados socialmente queda totalmente relegada.

Lamentablemente las maneras de pensar han cambiado demasiado y vamos rumbo a una crisis por exceso de consumo, todo envejece más rápido por ejemplo, hoy entendemos que un electrodoméstico con tres años de uso nos duró una vida, cuando en otras épocas estaba casi nuevo, esa necesidad exacerbada por consumir trae además de más pobreza económica para quien se endeuda, una gran acumulación de basura de la que nos va a costar cientos de años deshacernos, así como también la pobreza de creernos algo que realmente no somos.


 

sábado, 31 de octubre de 2020

PREPARANDO LA MARCHA ATRÁS

 Quizás el deseo, pudo más que la realidad en lo referente a la pandemia y hoy varios países empiezan a repensar medidas, que buscan no detener del todo las actividades, pero si empezar a pensar nuevamente en el confinamiento, que de momento junto al tapabocas ha sido la solución más efectiva.

Uruguay a nivel de número de contagios y muertes, atraviesa su peor momento, situación que tiene varias aristas a analizar, pero que sin dudas se debe a la necesidad de la gente de volver a intentar llevar una vida normal, como la que llevaba previo a que todo esto sucediera, la cantidad de fiestas clandestinas realizadas, sumado a los diferentes traslados de personas de un departamento a otro y en muchos casos cruzando los pasos de frontera, a países que encuentran una peor realidad que la nuestra sin dudas ha sido el peor coctel que podíamos tener para retroceder en un tema que hasta no hace mucho parecía casi cerrado en nuestro país.

La economía obviamente no resistiría volver atrás y ponernos a pensar en el famoso quédate en casa, cada día existen más dificultades para poder reactivar el país, los niveles de desempleo, están por las nubes, existen actividades económicas, que no saben cómo podrán reactivarse, entre ellas el turismo. Por otro lado la realidad del Banco de Previsión Social es que cada vez tiene menos aportes para sostener una masa cada vez mayor de gente que recibe prestaciones estatales para poder sobrevivir, sumado a esto también se encuentra el Ministerio de Desarrollo Social, el cual también tiene la misión de prestar ayuda económica a los que menos tienen con un dinero que sale prácticamente del mismo lado.

Por lo que es muy claro que atravesamos una de las realidades más complejas de los últimos tiempos a nivel mundial con una gran incertidumbre y con un contexto en nuestro país que marca una crisis bastante extraña, de la cual va a costar mucho recomponerse y poder salir bien parados, si bien el Gobierno intenta colocar medidas paliativas en varios aspectos, de momento no está alcanzando para poder aunque sea empezar a levantar la cabeza y avizorar un futuro en donde allá más optimismo con respecto a esta realidad.


 

sábado, 24 de octubre de 2020

LA EDUCACIÓN EL ARMA DE LOS POBRES

 En tiempos donde el conocimiento juega un rol preponderante, en los diferentes sectores de la sociedad, se vuelve cada día más necesario avanzar en el camino de la educación, la única arma que tienen para defenderse los que menos tienen.

Nuestra actualidad está marcada por un gran nivel de deserción estudiantil con números que asombran y asustan, en donde cada vez es más común, el saber de jóvenes que abandonan los estudios, alegando diversas razones, las cuales nunca son lo suficientemente contundentes en su mayoría, para generar tal acción, que inicialmente parece, no afectar en mucho sus vidas, pero no tienen en cuenta el desconocimiento que ellos mismos tienen de la realidad laboral actual y de lo difícil que se hace cada día el acceso al mercado de trabajo en nuestro país.

La búsqueda de las ganancias económicas hoy en día pasa por sueños de conseguirlo de manera fácil, sin tener que transpirar la camiseta, la velocidad a la que nos ha acostumbrado la actualidad hace que la idea de avanzar en la vida de esta forma, también intente ser a través de maneras rápidas y simples de ganarla, dejando de lado largas carreras que lleven muchos años y complicaciones.

Quizás el problema de los que menos tienen sea la falta de constancia para poder hacer las cosas y en este sentido, el hecho de estudiar requiere de mucha paciencia y años, de esta forma y al alejarse del conocimiento básico para la vida, se están sometiendo a aquellos que si tienen otro nivel de estudio y en el día a día les terminan marcando las reglas en las que se tienen que mover, en diferentes ámbitos, cada vez se hace más real esa frase que dice que el “conocimiento es poder” pero también hay que tener en cuenta que el aumento de las necesidades básicas en mucha gente está a la orden del día en la población y eso lleva a un descreimiento generalizado de todo, es decir ¿Cómo se le puede pedir a alguien que no tiene lo básico para el día a día que piense en formarse de manera intelectual y académica y que además se forme para mejorar su futuro? si los problemas del hoy son los que lo aquejan.


 

 

 

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