Como le ha pasado a miles de uruguayos, me llego el momento de tener que hisoparme a causa de haber estado en el mismo lugar que un caso positivo de Coronavirus, sin dudas que el comienzo del periplo para conseguir un hisopado ha sido más complejo de lo esperado.
El jueves a la noche me llegó la noticia de que una persona que laboralmente habitaba en el mismo lugar que yo dio resultado positivo al test de Coronavirus, por lo que mi decisión más acelerada fue la de intentar moverme para poder hacerme un hisopado, independientemente de que no habíamos tenido, lo que denominan como contacto directo que es estar más de quince minutos a menos de dos metros de una persona que posee el virus y sin protección ninguno de los dos, de cualquier manera por un tema de cuidado preventivo entendí que debía apostar a hacerme el hisopado.
Al intentar comunicarme con mi mutualista para poder explicar mi situación y avanzar en el tema, me fue imposible, ya que en ningún momento atendieron el teléfono o siempre daba ocupado, por lo que ante esta situación decidí acercarme a la emergencia más próxima a mi casa para poder explicar mi problema. Al llegar la demora fue bastante extensa, uno siempre se queda en la duda si es que no quieren atender o si realmente están haciendo algo tan importante que les impide darle celeridad a la atención al público. Una vez pasado el proceso de la demora puede llegar al consultorio para dar alerta a quien me atendió de lo que sucedía. La primera respuesta fue negativa ante el intento de Hisoparme ya que no soy considerado un contacto directo, por lo que tuve que intentar convencerla de que si existía una posibilidad de que lo tuviera iba a producir un contagio masivo ya que según ellos podía andar confiado de que estaba sano. Mi intento dio resultado y decidió agendarme para el día lunes, fecha en la cual entendía el resultado del estudio podía ser más certero en caso de tener el virus.
Lo cierto es que paso el lunes y nada, el martes recibí una llamada en la cual me pidieron mis datos y me comentaron que en ese momento recién me agendaban y que podía demorar la llegada de un médico a realizarme el estudio a mi casa entre veinticuatro y treinta y seis horas. Paso todo el martes, llego el miércoles pasado el mediodía y logre comunicarme con la mutualista, en ese llamado me confirmaron que debía seguir esperando al menos hasta el miércoles a las veinte tres horas que era el plazo de tiempo que ellos tenían para venir… (CONTINUARA)
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