Es muy difícil hablar de educación en una sociedad que carece cada día más de esta herramienta tan básica para poder generar un mejor funcionamiento, es como si se generara una especie de bache en donde se vuelve muy difícil avanzar, el pensarnos cada vez menos educados o perdiendo códigos de convivencia básica es lo que nos lleva a mirar con cierto recelo a la realidad de los estudiantes en la actualidad y sobre todo las formas en que están adquiriendo determinados conocimientos para poder llevar adelante una vida en un lugar donde la convivencia es una de las rutinas básicas de cualquier persona.
Existe una gran contradicción entre lo que el Estado espera a nivel de resultados dentro de la educación y lo que realmente pasa con los procesos educacionales. En vista de los magros resultados obtenidos año tras años, se optó por la solución más simple y de consecuencia más rápida que fue la de bajar el nivel de exigencia hacia los alumnos a la hora de ser evaluados tanto en primaria como en secundaria, con esto las autoridades se aseguraron empezar a mejorar los números que llegan a ser de público conocimiento, a pesar de saber que la realidad sigue siendo la misma o con una leve tendencia al empeoramiento.
Si bien las épocas van cambiando y las diferentes generaciones también, muchas veces sucede que no tienen punto de comparación entre unas y otras, en ese entendido es muy difícil poder pensar que es válido transformar realidades de procesos que durante muchos años se hicieron de una forma, siendo en este caso el alumno el que se debía de adaptar al sistema y no al revés como parece ser la lógica actual.
Es algo muy favorable para la sociedad que hoy en día se tengan en cuenta determinados aspectos de la vida personal de los alumnos para que la formación termine siendo más integral, pero de alguna manera se va dejando de lado lo más esencial que es el nivel de conocimiento con el que el alumnado pasa de un ciclo a otro. En tiempos que el conocimiento está al alcance de un celular es muy difícil lograr generar instancias reales de aprendizaje en donde se entienda que lo que se quiere explicar o enseñar tiene un valor superlativo en la vida de aquellos futuros ciudadanos.
Muchos culpan a quienes forman parte de la directiva de la educación por el hecho de no dejar participar a los docentes en la reconstrucción de una verdadera reforma educativa. En este punto ya hay instalado un debate acerca de quienes son los más calificados para poder poner la casa en orden y lograr sacar nuevas generaciones con una mejor formación académica que logre revertir la decadencia que vivimos a nivel social.
La realidad esta marcando que esa brecha educacional entre los que pueden acceder al sistema privado y entre los que participan del publico se abre cada vez mas y acompañado de esto llega la desigualdad social que empieza a ser un mal endémico difícil de erradicar. Solo el accionar individual de cada persona que se entienda responsable de esta realidad y busque por sus medios intentar cambiarla será la salida ante un problema gigante que tenemos frente nuestros ojos pero que parece ser de alguna forma invisible para aquellos que deben de solucionarlo.