viernes, 21 de febrero de 2025

¿TECNOLOGÍA MATA RELIGIÓN?

 

Durante toda la historia de la humanidad las religiones y creencias han ocupado un lugar de relevancia en la vida del ser humano como especie, el tener la necesidad de aferrarse a algo que este más allá del plano de lo natural es una demostración de la desolación que puede alcanzar una persona a pesar de estar rodeada de sus pares y que estos le demuestren cariño. Existe algo más para el hombre que una relación humana no puede completar y eso lo ha conseguido a través de la historia, la religión.

Cuando la vida carece de sentido o de rumbo la religión, cualquiera sea, busca darle un nuevo empuje a esa persona que no encuentra la forma de salir de esa realidad, la pregunta es ¿Cómo se encarga de hacerlo? A través de dos mecanismos uno es la palabra. La utilización de la retórica viene desde tiempos inmemoriales y ha sido de gran utilidad para el humano en su afán de intentar convencer al resto de que lo que piensa o predica es la verdad. Y la otra es a través de la fe, muchas veces entendemos que aquello que nos resulta imposible solo se puede lograr creyendo en eso que tanto deseamos y para poder lograrlo no tenemos ningún tipo de explicación lógica más que creer que va a suceder. La religión justamente se trata de eso, de la transmisión a través de la palabra y la fe, formando un combo al que es muy difícil de poder superar.

Por su parte la tecnología llego para demostrar que todo puede ser comprobable y que aquello que no lo es, difícilmente exista, poniendo en jaque años de creencias en realidades sobre naturales difíciles de explicar para cualquier humano. Basta con solo pensar cual es la importancia que le dan los nativos digitales a la religión o al menos ¿qué lugar ocupan en sus vidas? Ahí podremos entender que cada vez es mayor por parte de la juventud la deserción en torno a la diferentes religiones que proponen uno acercamiento a algo que no se puede comprobar por ninguna vía, de esta forma podríamos inferir que hoy en día todo o al menos casi todo, pasa a través de lo factico y no tanto por espiritual.

Lo tecnológico da seguridad, nos cobija, nos atrapa y hasta en algún punto nos idiotiza, nos da el poder de poder decir y que nos escuchen y de ser nosotros mismos los protagonistas de la historia. Es en ese momento donde nos podemos dar cuenta que lo único que está pasando es que estamos cambiando una religión por otra, pero que el hombre por sobre todas las cosas siempre va a tener la necesidad de creer en algo que el siente que lo proteja independientemente de lo que sea y casi sin quererlo lo va a ponderar y poner en un lugar superior para que de esta forma pueda ser venerado.


martes, 11 de febrero de 2025

ESAS CADENAS INVISIBLES QUE NOS AMARRAN

Sería saludable en algún momento de nuestras vidas poder hacer el análisis real de cuantas situaciones de las que vivimos tienen que ver con realidades impuestas, cuantas elegimos y cuantas asumimos nosotros mismos como un acto del deber, dejando en un punto incierto ese estado de imposición y de elección propia para darle paso a la apertura de algo que no es ni elegido ni impuesto, pero de lo que entendemos es nuestra responsabilidad.

Cotidianamente repetimos un sinfín de acciones dentro de las cuales generalmente pensamos que son las correctas para alcanzar las metas que nos proponemos, independientemente de si son pequeñas o de gran porte, lo que muchas veces terminamos permitiendo en este afán es el quedar sujetos a distintas situaciones que nos obligan a ser de tal o cual manera, si bien estas van forjando nuestra propia identidad, también nos van dejando prendados a ser o a hacer lo que los demás esperan de nosotros.

El trabajo, la pareja, el estudio, los hijos, la familia, el barrio y todas aquellas actividades que por motu proprio elegimos hacer son diferentes agentes socializadores que nos imponen maneras o formas de cómo debemos actuar en sociedad y por definición nos encadenan y muchas veces someten a sus realidades.

Es muy difícil lograr separar al ser humano de todas estas cadenas, si bien alguna es por elección, otras tantas casi que vienen por defecto, seria bueno poder saber si ¿el hombre será capaz de separarse de todo aquello que entiende que en algún punto lo retiene? O en definitiva ¿es más fácil aceptarlo y convivir con eso?

Quizás esas “cadenas” son las que les dan un sentido real a nuestras vidas y que liberadas de ellas tendrían ciertos espacios en blanco muy difíciles de llenar o al menos claramente no seria lo mismo, muchas veces reclamamos por la falta de tiempo, pero esta mas que claro que cuando disponemos de un espacio temporal real para nosotros mismos nos cuesta bastante poder definir que hacer con él. En este punto es donde nos damos cuenta de que nuestras ocupaciones son las que hacen que todo tenga sentido.

La evolución social ha marcado que hoy por hoy, cada persona sea capaz de poder decidir que hacer con su vida y por ende con su tiempo, si bien todos entendemos que existen obligaciones inherentes al ser humano para que pueda vivir en sociedad de una forma adecuada, todo el resto de tiempo sobrante está a disposición para ser utilizado tal como nos plazca, el problema radica cuando nos logramos dar cuenta que muchas veces tomar una decisión de ese tipo favorecerá a algunos ordenes de la vida y otros los afectara, por lo que lograr entender el orden de las prioridades es un camino tan largo de recorrer como la vida misma.

 


 

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